El espía israelí Jonathan Pollard, que lleva más de 30 años en prisión en EEUU, será liberado hoy, al serle otorgada la libertad condicional, aunque no se espera que el Gobierno estadounidense le permita abandonar el país y trasladarse a Israel como ha pedido.
Pollard abandonará la prisión de Carolina del Norte (sur de EEUU) donde está encarcelado y, según varios medios estadounidenses, se espera que viaje hasta el área de Nueva York, donde puede establecer su residencia durante los próximos cinco años mientras dure la libertad condicional.
El espía israelí ha pedido que le permitan volar a Israel para reunirse con su esposa, una petición en la que ha contado con el apoyo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pero, por el momento, no parece que le vaya a ser concedida por parte de la Administración del presidente de EEUU, Barack Obama.
Pollard, un judío estadounidense que obtuvo la nacionalidad israelí cuando ya estaba en prisión, fue detenido en 1985 por espionaje y condenado a cadena perpetua en 1987, acusado de entregar documentos secretos al servicio de inteligencia israelí cuando trabajaba como analista civil para la Armada estadounidense.
El Gobierno israelí reclamaba hace años un indulto a Pollard y en 2014 llegó incluso a poner su nombre sobre la mesa durante el fallido proceso de paz con los palestinos que dirigió el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
El caso del espía desató en la década de 1980 una grave crisis en las relaciones bilaterales y una feroz crítica dentro de la comunidad judía estadounidense por haber puesto en tela de juicio la lealtad con su país.
Israel negó en un principio que Pollard actuara pagado por sus servicios secretos en el extranjero, el Mosad, y sólo una década después reconoció que Pollard había sido su espía.