Don Juan Carlos y Doña Sofía iniciaron su último día en este país del Pacífico sur ante la tumba del Soldado Desconocido, dónde realizaron una ofrenda floral.
Después fueron recibidos ante la sede del Parlamento a la manera tradicional maorí y por el primer ministro, John Key, y el presidente de la Cámara, Lockwood Smith.
Una vez en el interior del Parlamento, Don Juan Carlos y Key mantuvieron un primer encuentro, al que siguieron reuniones del Monarca con el representante de la Cámara y el líder de la oposición, Phill Goff.
Mientras, Doña Sofía, acompañada de la primera dama, visitó la biblioteca del Parlamento y el Teatro St. James, en donde conoció los talleres y presenció los ensayos de La Sylphide. Los primeros bailarines interpretaron el paso número dos de Romeo y Julieta y el cuerpo de la compañía una de las escenas de la obra que se representa en la sala.
Los Reyes y el matrimonio Key presidieron en el parlamento la firma de una declaración del Plan Estratégico de Cooperación, que suscribieron el ministro de Inmigración neozelandés, Jonathan Colleman, y el secretario de Estado de Exteriores español, Ángel Lossada, que también firmaron otro para permitir el trabajo de los estudiantes en vacaciones y la movilidad de científicos y alumnos.
Colleman y la ministra de ciencia y tecnología, Cristina Garmendia, rubricaron uno más para permitir a los españoles residentes en Nueva Zelanda (hay 480 inscritos) y los 500 neozelandeses residentes en España votar en las elecciones municipales de su lugar de residencia.
En el almuerzo que el primer ministro ofreció en honor de los Reyes en la sede del Parlamento, Don Juan Carlos presentó a España ante los neozelandeses como el trampolín para acceder al gran mercado de la Unión Europea, cuya presidencia ostentará en el primer semestre de 2010, así como hacia Iberoamérica y los países del Mediterráneo.
Key destacó el interés que tiene su país de estrechar y fortalecer los lazos con la Unión Europea, en la que España es una gran amiga, cuestión en la que también incidió el líder de la oposición, Phil Goff.
El primer ministro puntualizó que la visita de los Reyes y los resultados obtenidos son un claro testimonio del interés de ambas partes por estrechar esas relaciones bilaterales y una muestra de que España desea tender la mano a la región de Asia Pacífico y, en particular, a Nueva Zelanda.
Entre esos resultados figuran las conversaciones de la secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo, quien abordó con distintos responsables neozelandeses las posibilidades de colaboración en sectores como las energías renovables.
Los Reyes inauguraron la sede de la Cancillería de la Embajada de España en Nueva Zelanda y después visitaron el Museo Te Papa.
En la recepción que Don Juan Carlos y Doña Sofía ofrecieron a la colonia española, los Reyes saludaron cariñosamente a una representación de los 16.000 Paniora (maoríes), descendientes del segoviano Manuel de Frutos.