La anécdota sucedió la mañana de ayer cuando los transeúntes de la estación aeroportuaria mallorquina se extrañaron de que J.B.N., natural del Reino Unido y de 59 años, que acababa de aterrizar en un vuelo procedente de Manchester, se puso a regalar su dinero, según una nota de prensa de la Policía balear.
Su aspecto era de “indigente”, sucio, olía “desagradable” y tenía apariencia de “total abandono”, según se especifica en el comunicado policial.
El hombre, que portaba 50.000 euros en cheques de viaje y 2.000 en efectivo, se reía mientras repartía su dinero.
La Policía le identificó, se puso en contacto con el Consulado británico en Palma y comprobó que el dinero era suyo, al parecer fruto de una herencia.
Ayer mismo este ciudadano británico fue enviado de vuelta en un avión al Reino Unido.