Más de ochocientos palestinos presos en cárceles israelíes han suspendido hoy una huelga de hambre que ha durado 40 días, tras lograr un acuerdo en sus reivindicaciones con Israel, anunció el presidente del Club de Prisioneros Palestinos, Qadura Fares.
La suspensión de la huelga de hambre fue acordada por un comité formado por varios reclusos, entre los que se encuentra el líder de la protesta, el miembro de Al Fatah Marwán Barguti -que cumple cinco cadenas perpetuas por participar en otros tantos asesinatos-, que han negociado con las autoridades penitenciarias israelíes durante las últimas 20 horas, indicó Fares a Efe.
"A las cinco de la madrugada, después de muchas negociaciones y de mucha presión en la prisión de Ashkelon, Marwán y su equipo acordaron parar la huelga", indicó a Efe el portavoz de la Comisión de Asuntos de los Prisioneros y Exprisioneros, Akram Ayasa.
El Servicio de Prisiones israelí informó en un comunicado de que el fin de la protesta se logró "con un acuerdo entre el Estado de Israel, la Cruz Roja y la Autoridad Nacional Palestina, ofreciendo a los presos de seguridad nacional una segunda visita de sus familiares al mes que será financiada por el Gobierno palestino".
El restablecimiento de las dos visitas mensuales, un sistema que funcionaba hasta el año pasado, era una de las reivindicaciones de los huelguistas, que también reclamaban "el fin de las penas en celdas de aislamiento, la tortura, negligencia médica o la detención administrativa, además de acceso a educación y cuidado médico".
Según las autoridades penitenciarias israelíes, 1.578 presos palestinos de los cerca de 6.500 que cumplen condena en cárceles israelíes han participado en la huelga de hambre desde que comenzó hace cuarenta días.
En este tiempo, 18 han sido hospitalizados y más de 750 abandonaron la protesta, que seguían cumpliendo 834 reos en el momento de su suspensión.
Durante este tiempo, la sociedad palestina se ha volcado en mostrar su solidaridad con los presos con paros generales, continuas marchas de apoyo y manifestaciones en las que dos palestinos han muerto y más de un centenar han resultado heridos.