Fue suspendido en Alemania en 2011 tras un largo proceso de discusión y su hipotética reintroducción se baraja ahora entre las filas conservadoras
La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, se pronunció hoy en contra de la reactivación del servicio militar obligatorio, suspendido en 2011 tras un largo proceso de discusión y cuya hipotética reintroducción se baraja ahora entre las filas conservadoras.
"Hoy en día hay que ocuparse más de los ciberataques, las guerras híbridas, las amenazas asimétricas del terrorismo o la estabilización de países como Malí o Irak, para que no se hundan en el caos, la violencia o los desplazamientos", afirma la ministra, desde la edición dominical del popular diario "Bild".
Ante estas tareas, "se precisan expertos muy entrenados, auténticos profesionales", prosigue von der Leyen, para añadir que "más que el regreso al viejo servicio militar obligatorio es preciso invertir más" en el Ejército y "lograr un mayor reconocimiento social de nuestros hombres y mujeres en uniforme".
Von der Leyen, al frente de Defensa desde 2013 y vicepresidenta de la Unión Cristiademócrata (CDU) que lidera la canciller Angela Merkel, responde así al debate abierto estas semanas en los medios de su país sobre una reactivación del servicio militar.
La cuestión saltó a la opinión pública a raíz de unas declaraciones de la secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, considerada una posible sucesora de Merkel al frente del partido, en que aludía a las corrientes dentro del partido a favor de su reactivación.
Según el conservador "Frankfurter Allgemeine Zeitung", la secretaria general de la formación se planteaba incluir a debate la reintroducción del servicio militar en el próximo congreso federal del partido, que tendrá lugar en diciembre en Hamburgo.
Desde el Gobierno alemán se respondió ya hace unos días a esa cuestión vía un portavoz de Defensa, según el cual para la ministra es "prioritario" impulsar la "modernización en curso del ejército" en materia de equipamiento y de crear condiciones de competitividad para las tropas profesionales, tanto a nivel civil como militar.
El servicio militar obligatorio y la prestación social sustitutoria quedaron en suspenso el 1 de julio de 2011, a partir de una decisión del segundo Ejecutivo liderado por Merkel y tras un largo proceso de discusión interna entre su bloque conservador.