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Perfil bajo en el aniversario de Pionyang para no minar el diálogo

Corea del Norte celebró el 70 aniversario de su fundación con un desfile militar en el que no mostró misiles balísticos de gran alcance

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  • Kim Jong-un. -

Corea del Norte celebró el 70 aniversario de su fundación con un desfile militar en el que no mostró misiles balísticos de gran alcance y del que no se hicieron eco medios estatales de cara a no deteriorar el actual diálogo sobre desarme con EEUU.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, presidió el desfile pero no pronunció discurso alguno, tarea que recayó en el presidente honorífico del país, Kim Yong-nam, que no hizo aparente mención de las capacidades militares de Corea del Norte y puso énfasis en la importancia de impulsar el desarrollo económico.

Además, el régimen optó por no incluir misiles balísticos intercontinentales o de alcance medio en el desfile, de en torno a una hora y media de duración, según informó la delegación de la agencia nipona Kyodo en Pionyang y detallaron también en la red social Twitter periodistas invitados.

El despliegue de semejantes activos militares y un discurso de tono beligerante -como hasta hace pocos meses solían realizar los dirigentes norcoreanos- podría haber supuesto una arriesgada provocación en un momento marcado por el acercamiento con EEUU y las negociaciones para la desnuclearización del régimen.

A su vez, el perfil bajo del desfile se vio subrayado por la falta de cobertura en vivo del evento por parte de los medios norcoreanos pese a las muchas semanas de preparativos -según han mostrado imágenes por satélite- y a que el régimen optó por invitar a gran cantidad de periodistas y autoridades extranjeras.

Junto al líder norcoreano estuvo además en el palco de autoridades Li Zhanshu, miembro del Comité Permanente del Politburó y considerado número tres del Partido Comunista chino, recalcando la mejora de lazos entre Pekín y Pionyang en el último año y coincidiendo con el giro diplomático que ha dado el régimen.

Se trata del primer gran desfile en Corea del Norte desde que Kim y el presidente de EEUU, Donald Trump, firmaron una declaración conjunta en Singapur comprometiéndose a trabajar para lograr la desnuclearización del régimen a cambio de que Washington garantice la supervivencia del mismo.

La vaguedad de dicha declaración, no obstante, ha complicado las negociaciones entre ambas partes en las últimas semanas.

Prueba de ello es que ante la falta de gestos de peso por parte del régimen en los últimos meses, Trump canceló a última hora una visita a Pionyang de su secretario de Estado, Mike Pompeo, que tendría que haberse producido la semana pasada.

El régimen ha expresado su deseo de lograr este año avances en la firma de un acuerdo de paz que ponga fin al estado de guerra que técnicamente aún se mantiene en la península a cambio de ejecutar esos pasos concretos que le viene demandando EEUU.

En todo caso, el propio Kim Jong-un quiso subrayarle esta pasada semana a una delegación de enviados especiales surcoreanos con los que se reunió que Corea del Norte sigue comprometida con la desnuclearización.

Los delegados surcoreanos viajaron hasta Pionyang para preparar la cumbre que Kim mantendrá entre el 18 y el 20 de septiembre con el presidente sureño, Moon Jae-in, una cita que precisamente puede ayuda a destrabar el actual enroque en las negociaciones entre Pionyang y Washington.

Por otro lado, Kim acudió hoy, como es tradición en las efemérides norcoreanas, a rendir tributo a las figuras de su padre y su abuelo, Kim Jong-il y Kim Il-sung, al Palacio del Sol de Kumsusan, en el que reposan los restos momificados de ambos.

Además del desfile, Pionyang ha preparado para hoy otros actos para el aniversario, entre ellos la celebración, por primera vez en cinco años, del célebre espectáculo norcoreano de gimnasia masiva en el estadio del 1 de mayo de la capital norcoreana, fastuoso y multitudinario despliegue que alaba al régimen y sus logros.

Corea del Norte se constituyó oficialmente como país comunista el 9 de septiembre de 1948 bajo el mando del mariscal Kim Il-sung, abuelo de Kim Jong-un.

Menos de dos años después Kim decidió invadir el Sur, capitalista, iniciando un guerra que desangró la península hasta 1953 y que se cerró con un alto el fuego en vez de un tratado de paz, lo cual ha venido marcando durante las últimas siete décadas la tensa situación geopolítica en la región.

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