El presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, acusó ayer al PP de tener “alergia” a la democracia y ha lamentado los “chorizos” que existen en su seno y que, cuando se pretende seguir a los “ladrones” de este partido, sus dirigentes confundan corrupción con inquisición.

Guerra señaló que el PP tiene “alergia” a la democracia, y, por ello, sus responsables piden que se detenga a los ladrones excepto cuando son de este partido.

“Confunden corrupción con inquisición”, recalcó Alfonso Guerra, antes de referirse a la cena de inicio de curso político que celebró el PP en Valencia para señalar que, además de la “butifarra y las morcillas” que allí se sirvieron, él vio “algunos chorizos” alrededor de las mesas.

El ex vicesecretario socialista ha calificado a Mariano Rajoy de "míster no," por rechazar todo lo que provenga del Gobierno, y ha lamentado que el PP no ayude a salir de la crisis y sólo se dedique a hacer acusaciones de todo tipo, como la existencia de supuestas escuchas ilegales denunciadas "en un bar de playa" por María Dolores de Cospedal.

Tras señalar que los únicos que espían son "los del Gobierno de la Comunidad de Madrid", ha calificado de "cínica" a Esperanza Aguirre por dar pábulo a las supuestas escuchas ilegales a dirigentes del PP cuando es ella "la que está espiando".

Guerra se ha referido también al PP (al que ha denominado en varias ocasiones como el partido "del pájaro", en referencia a la gaviota que utiliza esa formación como símbolo) para aclarar sus críticas al Gobierno debido a que Alemania y Francia están empezando ya la recuperación económica y España aún no.

Eso está ocurriendo, según Guerra, porque los empresarios franceses y alemanes reinvierten parte de los beneficios, mientras que los de España se los reparten.

En ese contexto, ha explicado que él no tiene problema en hablar de la reforma laboral, pero al mismo tiempo ha dicho que habría que hablar también del comportamiento de los empresarios.

Además, ha advertido de las consecuencias que puede tener que no se reforme el "capitalismo salvaje" y ha lamentado que los representantes de los países del G-20, cuando se está vislumbrando ya la salida de la crisis, "vuelvan a las andadas" y digan que no se pueden poner topes a los dirigentes financieros internacionales.

"Los directores de la gran banca internacional meten al mundo en la crisis, pero no se pueden tocar sus salarios", ha reprochado el dirigente socialista.

Guerra ha llamado la atención sobre el hecho de que "el fracaso neoliberal" ha provocado que los ciudadanos voten en Europa a partidos conservadores, algo que ha considerado que es consecuencia de que las formaciones políticas progresistas "han cedido ante la ola conservadora"

"No han defendido los principios de la izquierda y ahora es tiempo de recuperarlos, porque hay que defender el retorno del Estado", ha subrayado antes de criticar al PP por el hecho de que diga que subir impuestos a los ricos es una traición a España.

A su juicio, sólo podría hablarse de "una traición al bolsillo de los ricos".