Entre las medidas que se valoran está el prohibir que la población visite domicilios ajenos entre la tarde y la noche para evitar encuentros
Israel registró ayer 1.828 casos nuevos, acercándose por segunda vez esta semana a los dos mil contagios diarios, mientras el Gobierno sopesa qué restricciones imponer con el inicio hoy de la festividad judía de Januka, después de no poder adoptar un toque de queda nocturno por trabas legales.
El Ejecutivo se reúne esta mañana para valorar qué medidas adoptar ante el comienzo de las vacaciones que marcan esta celebración, que se extiende hasta el viernes 18 de diciembre.
Entre las medidas que se valoran está el prohibir que la población visite domicilios ajenos entre la tarde y la noche para evitar encuentros familiares, con excepción de visitas para cuestiones esenciales, informan hoy medios locales.
El veto estaría en vigor desde las 5:30 de la tarde hora local hasta la medianoche y se aplicaría solo a localidades de mayoría judía, y no en las comunidades árabes, que no celebran Januka. El Ministerio de Sanidad también ha propuesto el cierre de los comercios durante esas horas y, para la Navidad, se valora tomar medidas similares en poblaciones con grandes comunidades cristianas.
Israel registra un progresivo aumento de infecciones desde hace semanas, después de que avanzara en su gradual y lenta desescalada, que sigue a un segundo confinamiento nacional en septiembre que se empezó a levantar a mediados de octubre.
Aunque su tasa de morbilidad actual sigue lejos del récord de 9.000 infecciones diarias a finales de septiembre, la expansión de la covid-19 en múltiples ciudades y sectores ha llevado a las autoridades a alertar en los últimos días que el país se acerca a una tercera ola.
"Es posible que necesitemos endurecer algunas de las restricciones en los próximos días", advirtió ayer el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Tras recibir ayer el primer cargamento de vacunas para el país, de Pfizer, el jefe del gobierno anunció que la campaña de vacunación comenzará el 27 de diciembre y se presentó voluntario para recibir la primera vacuna, tras encuestas que muestran el miedo de la población a ponérselas.
El Ejecutivo también anunció que entregará un "pasaporte verde" a quienes se vacunen, que le permitirá saltarse las restricciones que se mantengan para controlar la pandemia.
Israel -con nueve millones de habitantes- acumula más de 351.000 casos y 2.934 muertos desde marzo, y por ahora mantiene la presión hospitalaria bajo control, con 318 pacientes graves.