Las embajadas recordaron que los periodistas han sido "objetivos de la represión" en Birmania, con más de 80 arrestados desde el golpe de Estado
Las embajadas de Estados Unidos, la Unión Europea y otros 15 países, incluido España, reclamaron este lunes la restitución de la libertad de prensa en Birmania (Myanmar) así como la liberación inmediata de los periodistas encarcelados desde el golpe de Estado, con motivo de la celebración del día mundial de la prensa.
"Hacemos un llamamiento por la liberación inmediata de todos los trabajadores de medios de comunicación, el establecimiento de la libertad de información y comunicación y el fin de las restricciones de internet en Birmania", reza un comunicado firmado también por las cancillerías de Reino Unido, Australia, Canadá, Francia, Alemania, Italia, República Checa, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia y Suiza.
Las embajadas recordaron que los periodistas y trabajadores de medios han sido "objetivos de la represión" en Birmania, con más de 80 arrestados desde el golpe de Estado del 1 de febrero -la mitad de ellos aún entre rejas- y elogiaron "los esfuerzos de aquellos que se esfuerzan para garantizar el acceso a información exacta".
El comunicado criticó que se ha prohibido los medios de comunicación difundir información, se han anulado sus licencias y se han asaltado sus oficinas por lo que "muchos medios han sido forzados a cerrar" y "ningún gran medio impreso opera en Birmania".
Las cancillerías consideran que estas acciones junto a los cortes de la conexión a internet violan "la libertad de opinión y expresión enunciadas en la Declaración de los Derechos Humanos".
"Continuaremos promoviendo y apoyando medios libres e independientes como dimensión integral del buen gobierno y el desarrollo humano. La libertad de prensa es un derecho no solo para los profesionales de los medios sino para todos y cada uno de nosotros", concluyó el texto.
Según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos de Birmania, 765 personas han muerto a manos de las fuerzas de la junta desde el golpe de Estado y 4.609 han sido arrestadas, de las cuales 3.555 siguen privadas de libertad.
El Ejército birmano justifica el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, con el aval de los observadores internacionales.