Bajo el lema Abrimos Navarra al futuro y con la asistencia de alrededor de medio millar de personas se celebró el quinto congreso del PPN, el primero tras su refundación después de la ruptura del acuerdo con UPN que los populares mantenían desde 1991.
El evento, al que acudieron dirigentes nacionales del PP como Ana Mato y Ana Pastor, y de comunidades autónomas como el País Vasco, Aragón o La Rioja, tuvo lugar dos días después de conocerse el auto judicial que rechazó la suspensión cautelar del mismo solicitada por la ex concejala Nieves Ciprés después de que fueran anulados varios avales para presentar su candidatura a la presidencia del partido.
En su clausura, Rajoy subrayó que el PP de Navarra “vuelve de donde nunca se fue, vuelve para quedarse, vuelve con vocación de permanencia”, a lo que añadió que el suyo es un partido “de gobierno” que tiene “como objetivo gobernar en Navarra, en España y en Europa”.
Incidió en que su proyecto se dirige a la mayoría, es “un partido abierto” en el que caben todos los que comparten sus ideas, a quienes ha ofrecido “un proyecto abierto, no excluyente, basado en la libertad, en la igualdad y el humanismo, en las tradiciones y en la cultura de Navarra, un proyecto navarrista, foralista y español”.
Rajoy se refirió además al PP como “un instrumento que es seguro, fiable, previsible, que está abierto a todos los que quieran trabajar honrada y lealmente” y que “tiene la enorme ilusión del que empieza una nueva etapa”.
El líder del PP mostró su satisfacción porque hoy su partido está en toda España y, aunque reconoció que ha habido dificultades.
