El comienzo del invierno se producirá a las 18.47 hora oficial peninsular del 21 de diciembre, y se prolongará exactamente ochenta y ocho días y 23 horas, según el Observatorio Astronómico Nacional.
Hoy será, además, el día más corto del año –el tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol– y, como ejemplo, en Madrid durará nueve horas y diecisiete minutos.
Tras la ola de frío registrada estos días en casi toda España, con temperaturas de hasta veinte grados bajo cero, el nuevo frente atlántico que entra en la península permitirá que las temperaturas se recuperen y asciendan notablemente en amplias zonas.
En general, las temperaturas se situarán en valores normales para la época del año, por lo que las nevadas quedarán relegadas en los próximos días a los sistemas montañosos del norte y noroeste de la península.
Al frente atlántico se le unirán durante la próxima semana varios frentes borrascosos, que cruzarán el territorio nacional y dejarán abundantes precipitaciones.
Consecuencia de ello, el primer día de la estación invernal se verá acompañado de frecuentes y generalizadas lluvias, tanto en la vertiente atlántica como en la mediterránea.
El agua caída será menos importante en el litoral del levante, el sureste peninsular y los dos archipiélagos.
Por estas fechas se dará también el máximo acercamiento anual (perihelio) entre la Tierra y el Sol, que en esta ocasión ocurrirá el 3 de enero de 2010, siendo la distancia de algo más de 147 millones de kilómetros, cinco millones de kilómetros menos que en el momento del afelio o de mayor distancia (6 de julio de 2010).
A lo largo del siglo XXI el invierno empezará en España entre los días 20 a 22 de diciembre, siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el más tardío el de 2003.
El inicio de las estaciones viene dado por aquellos instantes en que la Tierra está en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol; en el caso del invierno, la posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más austral.
El día que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Sur y permanece casi sin moverse durante varios días, y por eso, a esta circunstancia se la llama también solsticio (“sol quieto”) de invierno.
La mayor parte de España permaneció ayer domingo en alerta por bajas temperaturas, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Las zonas más afectadas por el frío fueron Asturias, Cantabria, sur de Navarra y norte de Castilla y León.
Hasta 51 provincias españolas se mantuvieron en la jornada de ayer en distintos niveles de alerta, principalmente por temperaturas mínimas.
En concreto, la alerta roja (riesgo extremo) afectó a Cantabria, Burgos, León, Palencia, Soria, Álava y Asturias, en donde se llegó a alcanzar los 17 grados bajo cero en ciertas zonas.
Como consecuencia de las bajas temperaturas, se produjeron heladas generalizadas en toda la península y en Mallorca, localmente fuertes en algunos puntos del interior. La cota de nieve se situó de 400 a 800 metros en el noroeste.
El temporal de nieve y las bajas temperaturas registradas este fin de semana mantuvo cerrados al tráfico diez puertos de montaña, todos ellos de la red secundaria, y obligó a usar cadenas en otros quince, la mayoría en Asturias.
La situación, al cierre de esta edición, seguía “mejorando en todo el país” y a esa hora no quedaba ningún puerto de montaña cerrado en la red principal de carreteras.
En la red secundaria, estaban cerrados los puertos de La Tarna y Collada de Arnicio en Asturias y Estacas de Trueba, Lunada y La Sía en ambas vertientes, en Burgos.
En Cantabria, estaban cerrados los puertos de Palombera y la Matanela y en la Rioja los de la Pradilla (en Valgañón) y Montenegro (Viniegra de Arriba).
Además, aunque no hubo problemas en la red principal, Tráfico recomendó mucha precaución para circular por las vías secundarias de las provincias más afectadas por la nieve y el hielo: Burgos, León y Albacete.