La pandemia gripó el motor de la provincia. Si 2019 fue un año bastante bueno, el Covid frenó el crecimiento de las matriculaciones, con una caída del 30% en ventas a privados y del 60% en el caso de ventas a empresas y a empresas de coches de alquiler. En enero pasado, todavía pintaban bastos para el conjunto del nuevo ejercicio, pese la progresiva vuelta a la normalidad. “Habrá que esforzarse mucho para igualar al menos las cifras de 2020”, declaró entonces en una entrevista con INFORMACIÓN Ricardo Alfonso Álvarez, recién elegido presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de la Provincia de Cádiz (Acoauto). Esta semana, lamentaba “el nuevo revés” por la falta de microchips y el colapso mundial del transporte de mercancías.
“Hasta octubre, la caída de ventas en términos interanuales es de casi un 7%; con respecto a 2019, del 37,9%, pasando de 20.334 unidades a 13.572 y, en el presente ejercicio a 12.628”. Ante esta coyuntura, los números previstos hasta diciembre son terroríficos. “Aún habrá un descenso mayor, de entre un 20 y un 25%”, pronostica sin ocultar su preocupación por las consecuencias en el ámbito laboral.
En los primeros nueves de pandemia, la crisis económica provocada por el confinamiento duro y los sucesivos estados de alarma se llevó por delante al menos 400 de los 4.000 empleos vinculados al sector de la automoción en la provincia. “Duele mucho porque es un personal muy formado, es nuestro principal activo, y recuperar al que se queda en el camino resulta complejo y tiene también coste económico”, explicó en la entrevista. Ahora, apunta que “estamos aguantando para mantener las plantillas”, pero reconoce que “no sé cuánto tiempo podremos seguir de esta manera”.
Todos los concesionarios no presentan los mismos problemas, pero en general, “todos están afectados de una manera u otra”. De media, estima en al menos dos meses y hasta cuatro los tiempos de entrega de vehículos de nueva adquisición. Los servicios técnicos de reparación y mantenimiento oficiales sufren asimismo el desabastecimiento. Los talleres multimarca, en menor medida, también.
Félix Moreno, presidente de la Asociación de Reparadores de Automóviles de la provincia de Cádiz (Asoreca), indica que se están registrando dificultades con la adquisición de neumáticos pero muy especialmente de sistemas de inyección o elevalunas eléctricos. La escasez, además, está incrementando los precios.
Con cuatro talleres en Jerez, Moreno asegura que no es tan sencillo localizar las piezas de recambio. Hasta ahora bastaba con acudir a un proveedor habitual. Y los plazos se alargan. Si antes recibía en sus instalaciones algún componente comprado en la península a las siguientes 24 horas, ahora hay que esperar tres días; si es importado de otro país, en lugar de 48 horas, como era costumbre, puede tardar en llegar hasta una semana. La caída de ventas de coches nuevos ha disparado el trabajo y por tanto la demanda, de manera que el sector, incapaz de atenderla con diligencia, está sumido en la incertidumbre.
