Al término del Congreso Regional del PP andaluz, que se celebró este fin de semana en Granada para la reelección de Juanma Moreno, presidente de la Junta, como líder del partido, el PP de Cádiz tendrá que
afrontar los congresos locales.
El presidente provincial, Bruno García, vuelve del cónclave regional
sin la vicesecretaría que ostentaba cuando puso rumbo a Granada el viernes.
La intención de la dirección regional es que se dedique en exclusiva a sus
labores como presidente provincial y ponga a punto al partido ante el nuevo ciclo electoral.
La tarea no es sencilla. El tándem con Germán Beardo
no ha impulsado la acción territorial. Las
divisiones internas se acrecientan en las últimas semanas y, ante este panorama, el PP solo autorizó antes del regional los congresos locales que no generarían problemas como Paterna o Los Barrios.
Ahora toca afrontar el grueso y hay problemas serios. En
Tarifa, María González, actual presidenta y portavoz municipal denunció por medio de sus redes sociales que la
vieja guardia, con Juan Andrés Gil a la cabeza, trata de
recuperar el poder aprovechando su baja por cáncer.
Los señalados, entre los que están Juan José Medina y José Antonio Santos,
niegan cualquier maniobra sucia pero hablan abiertamente de la necesidad de relevar a la cabeza de cartel, de quien dicen que no mantiene relación con el resto de concejales.
La división también ha llevado a Javier Díaz a abandonar las filas del PP de Chipiona tras
intentar asaltar la presidencia local. Fueron finalmente los afiliados, ante la falta de reacción de la dirección provincial, que
se borró, quienes le enseñaron la puerta de saluda y ahora ha encontrado acomodo en Vox.
Bruno García y Germán Beardo
se han puesto de perfil en otros enfrentamientos de ámbito municipal en la provincia y dan larga a las fechas de los congresos delicados, como el de Jerez, que tendría que haberse celebrado hace años.
María José García-Pelayo no oculta su intención de evitar su convocatoria y cruza los dedos para que se adelanten las elecciones, autonómicas o generales, para que se suspenda la agenda y despejar antes su futuro personal, cuestionado en Madrid, y el de Antonio Saldaña, autoproclamado candidato.
El otro reto que tendrá que afrontar la dirección provincial es el de
fortalecer las estructuras locales. Cabe recordar que en municipios de importancia, como Conil, el PP no fue capaz de armas una candidatura completa con vecinos de la localidad en los últimos comicios municipales. La Sierra se muestra especialmente débil pero otras ciudades claves como La Línea no cuentan con equipos con aspiraciones.