Tras unos años complicados para el sector de la floricultura, todo apunta a que 2023 será el año en el que volverán los niveles de ventas anteriores a la pandemia.
Uno de los tipos de flor más famosos en Andalucía es la flor cortada, siempre presente en las procesiones de Semana Santa, que ha visto como los dos años que se suspendieron todos los eventos multitudinarios y las procesiones su sector fue gravemente perjudicado.
El año pasado no fue lo que se esperaba
2022 prometía ser el año de la vuelta a la normalidad, pero la guerra en Ucrania y el paro de los transportistas en España trastocaron los planes del comercio, dejando un sabor agridulce en las expectativas de las ventas.
Uno de los principales puntos fuertes del sector es la exportación de flores a Europa, algo que en 2022 se vio paralizado con la guerra en Ucrania y la huelga de transportistas, al no poder enviar sus productos a otras regiones.
El responsable de la organización agraria COAG en Chipiona y agricultor de flor cortada, Luis Manuel Rivera, comentó a la Voz de Cádiz que el sector está perdiendo cada año decenas de hectáreas de cultivo a causa de los altos costes de mantenimiento y al abandono de sus propietarios, que sumado a las pérdidas ocasionadas por la pandemia los años anteriores, ha producido una reducción de más de la mitad de las hectáreas en la Costa Noroeste de Cádiz, pasando de unas 350 a 150.
Una flor de decoración
La flor cortada, una flor que se utiliza sobre todo para la decoración, empieza a tener una demanda mayor a partir del mes de marzo. “El Día de los Enamorados” abre el telón hacia una época del año que va en alza cuando semanas después empiezan algunas ferias, exposiciones, "el Día del Padre" y sobre todo, la Semana Santa.
Este 2023, la Semana Santa promete ser extraordinaria a nivel de ventas. La demanda está siendo exhaustiva por parte de las hermandades y las empresas de distribución no dan abasto. Los municipios de Rota, Chipiona y Sanlúcar se convierten siempre en estas fechas en el punto clave de producción en España, ya que se encargan de abastecer no solo al territorio andaluz, sino también al resto de comunidades.
Los problemas del sector
Pero no ha sido un año sencillo, el pasado 14 de diciembre un vendaval de viento y agua destrozó varios invernaderos de la zona de La Algaida. La flor cortada se encuentra en un sector que se ve muy perjudicado ante los problemas que surgen en el exterior, de ahí que los agricultores reclamen con insistencia la aportación de ayudas a las administraciones públicas.
En cualquier caso, todo hace indicar que esta primavera el sector volverá a los números que tuvo en los años anteriores a la pandemia. Se aproxima que las ventas durante esta Semana Santa representarán el 15% de la facturación anual, algo que por fin presagia un respiro para los agricultores de este tipo de cultivo, que han tenido que sufrir la cara más amarga de su sector durante los últimos años.
