Pilar González es una de las grandes referentes del andalucismo. Lo hace ahora como líder de la candidatura de Adelante Andalucía por la provincia de Cádiz; la única por la que se han presentado a las generales y con la que están convencidos conseguirán llevar la voz andalucista al Congreso.
idos de que la decisión de no integrarse en la candidatura de Sumar ha sido la acertada?
–Sí. Tenemos un buen proyecto que pasa por sentir Andalucía, que Andalucía es el compromiso fundamental, lo que da sentido a un proyecto político como el de Adelante. Tenemos una agenda exclusivamente andaluza, eso no lo tiene Sumar. También hay que preguntarles a ellos por qué no estamos en Sumar, porque es una cuestión bidireccional. Creo que la unidad de la izquierda es un debate más de periodistas y representantes políticos que de la ciudadanía, que elige entre las papeletas. Y ahí el proyecto de Adelante Andalucía es una necesidad objetiva de la provincia y del conjunto de Andalucía, y poner una papeleta a disposición de los electores con nuestra marca es una ventaja, nunca un inconveniente.
Pero se pierden votos y no se llega a la representación, ¿no?
–Eso es un tema de la ley electoral, básicamente. No es tan malo como parece. Tenemos un proyecto que responde a las necesidades de los andaluces, que está anclado en el territorio, que tiene componentes emocionales y simbólicos, y materiales de la vida diaria. Es el partido del pan y la alegría, como cantaba Carlos Cano. Nos ocupamos de las cosas de comer, de la vida cotidiana y de la alegría de poder coger un tren en tu ciudad e ir a trabajar o a estudiar. Este proyecto es necesario y da respuesta a muchas necesidades que dan otros partidos. Sentimos que estamos haciendo lo correcto.
¿Diría que les diferencia algo más con respecto a Sumar?
–Adelante está nítidamente anclado en un proyecto político de izquierdas, que tiene una agenda propia andaluza, ésa es su singularidad. Podemos ha contado con 35 diputados en el Congreso en esta legislatura y no sé si alguien recuerda que hayan hecho alguna intervención sobre Andalucía. Hay 60 diputados andaluces en Madrid para que nos defiendan en el Congreso y en esta legislatura han hablado cuatro veces de Andalucía. Creo que es suficiente la distinción de la voz andaluza como una singularidad necesaria allí en el Congreso, porque ya no se trata de catalanes, vascos y gallegos, que es la distinción tradicional, sino que están cántabros, canarios, valencianos... hasta los de Teruel tienen voz en el Congreso. Es legítimo que la tengan los andaluces.
Si consiguen la representación, ¿qué reclamaciones son básicas?
–Nuestro programa se basa en dos ejes fundamentales y uno de ellos tiene que ver con el trabajo de los andaluces y gaditanos. El otro es el cuidado del medio ambiente y las personas. El pan y la alegría como le decía anteriormente. Pero por otro lado tenemos que abordar otro marco importante, el de la financiación de Andalucía. Eso tiene que ver con los servicios públicos y el bienestar de los andaluces. Hay una realidad, Andalucía, la comunidad más poblada de España es la más infrafinanciada. Del total de inversiones comprometidas en 2022 con Andalucía se ha ejecutado el 42%. En Madrid se ha gastado en 184% de las inversiones del Estado. No es solo el número en el presupuesto, sino hacer las obras para generar empleo y economía. Queremos ser clave en los debates de los presupuestos, en la financiación de las comunidades autónomas, en los trenes, porque hay déficits enormes en la provincia que tienen que ver con el ferrocarril. Y tenemos una apuesta firme por el ferrocarril en la bahía de Algeciras, para la Costa Noroeste. De esas necesidades es de lo que hay que hablar en el Congreso.
¿A qué achaca que la provincia siga siendo la de mayor desempleo del país?
–A decisiones políticas. No es una maldición, ni hay nada malo en las personas de la provincia que las haga peores que a las del resto de España. Son decisiones políticas las que han provocado el cierre de Airbus. Que hay una crisis en la industria aeronáutica, vale, pero vamos a hacerlo de forma equitativa, que no es así porque Airbus ya tiene beneficios otra vez. Pero en vez de repartir equitativamente esos ajustes lo concentran todo en Puerto Real y eso es una decisión política, porque los trabajadores están igual de bien formados y tienen la misma capacidad de trabajo que los de otro centro de trabajo. Por qué se coloca industria contaminante en el Campo de Gibraltar y no en otro territorio, porque es una decisión política. Los datos de paro ni son una maldición ni un duelo que haya que pasar porque tenemos menos capacidad que en cualquier otra provincia, sino que tiene que ver con el centro de toma de decisiones del poder, y ahí es donde hay que intervenir.
Tenemos también un problema de formación.
–Por supuesto, y se compensa con políticas destinadas a la FP volcadas al empleo y a la demanda de esa industria.
¿Cuántos votos necesitan para obtener representación?
–Los mismos que obtuvimos en las elecciones andaluzas del año pasado. Hay una memoria reciente. Conseguimos un escaño. Si además recuperamos la memoria de los votos andalucistas que ha habido históricamente en la provincia, con holgura.
Como referente del andalucismo, ¿qué es ser andalucista hoy?
–Es una forma de ser y de estar, en el mundo y en política. Andalucismo es poner por delante en orden prioritario la defensa de las gentes de Andalucía y pelearlo con firmeza y alegría. Necesitamos un revulsivo económico porque las capacidades las tenemos. Andalucía no es pobre. Tenemos un problema de pobreza por cuestiones de desigualdad. Pensar en estas cosas y querer remediarlas es ser andalucista. Ser un partido andaluz es una herramienta para que los andaluces consigan vivir mejor. Para eso es lo que pedimos a quien comparta esta inquietud que nos apoye.