Teresa Rodríguez ha abierto la caja de Pandora. La ruptura de Anticapitalistas con Unidas Podemos ha desvelado también las
tensiones latentes con IU.
Hay incertidumbre entre los partidos a la izquierda del PSOE y no se oculta. Teresa Rodríguez es ambiciosa: quiere quedarse con Adelante Andalucía y aspira a ser referente en ese lado del espectro político. Pero no le va a resultar sencillo porque sus ya ex socios no se lo van a poner fácil.
Anticapitalistas es un fantasma, no tiene organización ni poder territorial. Y aunque el coordinador de IU en Andalucía, Toni Valero, ha rebajado el tono en estos últimos días y ha tendido la mano, aclarando, eso sí que están con Pablo Iglesias, la formación
no dudará en marcar distancias si persisten los ataques de forma recurrente al Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez. De manera que lo que está previsto a día de hoy es que todos los socios de la confluencia continúen conviviendo en los mismos grupos políticos en las instituciones, pero no se descarta que, como poco, se rompa la unidad de voto.
IU hará valer su peso específico sobre el tablero político si es necesario.
En la provincia, las alcaldías son de IU. Bajo esas siglas gobiernan los alcaldes de Conil, Jimena, Medina, San Martín del Tesorillo y Trebujena. Andalucía Adelante cuenta, por su parte, con otros cinco regidores y cuatro, menos el de Cádiz, provienen igualmente de IU. Los de Fernando Macías tienen también dos diputados provinciales y otro diputado autonómico.
Más allá de Kichi, Teresa Rodríguez cuenta, en definitiva, con poco músculo en Cádiz. Precisamente, al primer edil gaditano se le sitúa ya al frente del partido “feminista, andalucista y autónomo”. Prometió estar en el Ayuntamiento ocho años y esta sería una buena salida para continuar su vida política.
Pero no hay que olvidar que Anticapitalistas ha sido tradicionalmente una fuerza minoritaria. La propia Teresa Rodríguez, al frente de la candidatura de la capital en las elecciones locales de 2011,
se estrelló en Cádiz con apenas un millar de votos. Nadie como Teresa Rodríguez confía en el tirón de Kichi. Aunque puede ser insuficiente porque la implantación territorial (además del tono) es clave en unos comicios municipales.
Hay quien traza ya paralelismos entre la roteña e Íñigo Errejón. Y la aventura del cofundador de Podemos acabó en un fracaso sin paliativos en las urnas en las pasadas elecciones generales.
Conscientes de que, en cualquier caso, la división solo trae debilidad, IU confía en que la ruptura, que ha sido tan traumática como se temía, sea temporal y
acabe en una reunificación cuando cuando se acerque el momento de votar. De hecho, la pregunta que se hacen en el seno de la formación es
qué necesidad hay en romper las alianzas que funcionan perfectamente, como en el caso de Jerez. Alcanzar el equilibrio ha costado Dios (con perdón) y ayuda.
Por eso hay voces que solo piden prudencia y, sobre todo, realismo: los inscritos en la consulta sobre. el pacto entre los socialistas y Unidas Podemos recibió un abrumador sí, tanto en Andalucía como en la provincia. La radicalización del discurso y la salida de Unidas Podemos por parte de Teresa Rodríguez, apuntan,
es nadar contracorriente.