Los anuncios del consejero de Salud con respecto a la campaña masiva de vacunación
siempre se hacen en condicional. Jesús Aguirre aseguró esta semana que la Junta tiene capacidad para administrar medio millón de dosis pero solo a partir de mediados de abril, como mínimo, y
si llegan más fármacos. Sus compromisos tienen, además, letra pequeña. Según dijo, “tenemos los profesionales” para hacerlo. Pero al Sindicato de Enfermería (Satse) no le salen las cuentas. “Tras casi dos meses, la población que ha recibido el fármaco es de 450.000 andaluces con 375 equipos; si ahora se va a pasar a 500.000 inyecciones cada siete días,
hay que duplicar los equipos previstos”, advierte el secretario de Acción Sindical de la organización en Cádiz, José Antonio Alconchel. “De manera que
habrá que contratar a 2.000 enfermeros en el conjunto de la región”, calcula. En el caso de la provincia, donde se han destinado 78 efectivos a la campaña de vacunación, distribuidos en 26 equipos, habría que
triplicar el personal.
No va a resultar fácil. Antes de la pandemia,
el Servicio Andaluz de Salud (SAS) acusaba un importante déficit de enfermeros. La media europea está en 8,8 profesionales por cada 1.000 habitantes; España, en el puesto 24 de los 28 países de la UE, registraba 5,3, muy lejos de Dinamarca, con 16,9, Finlandia, con 14,7 o, en el entorno más cercano, Francia o Portugal, con 10,2 y 6,5, respectivamente, según los datos proporcionados por Satse. Alconchel afirma que
a Andalucía le faltan 39.213 enfermeros para igualar la ratio media de la UE, dado que presenta una tasa de 4,13 por cada 1.000 habitantes; de ellos,
4.320 deberían incorporarse a los centros sanitarios gaditanos, que tiene una media de 4,77.
Además, las diferencias salariales hacen poco atractivo al SAS. Alconchel ilustra con tres ejemplos la precariedad con respecto a otros territorios. En primer lugar, un compañero con turno fijo de mañana, con entre diez y quince años de experiencia, con cuatro trienios y carrera profesional nivel II,
cobra de media en España unos 35.043 euros al año; en nuestra comunidad, 33.587,86. Si su incorporación ha sido reciente, el sueldo bruto mensual se reduce en 505 euros. En el tercer caso, con un turno rotatorio por el que se reciben pluses de noche, festivos y turnicidad, la diferencia entre el promedio nacional y autonómico es similar, con
39.327,98 euros al año por 37.433,62.
El portavoz de Satse
teme que el Gobierno andaluz “prentenda cubrir sus objetivos con los enfermeros que hay actualmente”. Al respecto, advierte de que “están sobrecargados con sus agendas habituales a las que han añadido nuevas tareas de rastreo, seguimiento de pacientes Covid y de contactos estrechos, seguimiento escolar o pruebas de detección del coronavirus”.
Sí es cierto que hay compañeros “que estarían dispuestos a realizar horas extraordinarias de manera voluntaria, a los que habría que retribuir según el Plan de Accesibilidad acordado en la Mesa Sectorial”. Pero, incluso de esta manera, si no hay incorporaciones, “
el SAS podría cerrar otras actividades para dedicar los recursos humanos a la campaña de vacunación, con el detrimento de la asistencia al resto de los pacientes no Covid a los que se les están anulando citas y pruebas diagnósticas”. De hecho, en las sucesivas olas, “hemos visto que lo primero este tipo de consultas e intervenciones quirúrgicas”, añade.
“Acabar con el Covid es una prioridad pero
no se puede dejar de lado al resto de usuarios”, insiste, porque “los datos referidos a la pandemia de coronavirus son muy dramáticos, sobre todo en cuanto al número de fallecidos, sin embargo, nadie está evaluando los daños colaterales de otras patologías que se están demorando en su atención o a las que se están dejando de prestar la asistencia médica necesaria”.
Finalmente, Alconchel se refiere a “la otra frase de gran impacto” pronunciada por los responsables del Gobierno autonómico al garantizar que se administrará
una vacuna cada dos minutos. “Técnicamente
es posible y los enfermeros están capacitados para poder efectuarlas”, tanto por la experiencia en la mayoría de los casos, como por la formación que han recibido expresamente para la campaña puesta en marcha a finales de diciembre por parte de la Escuela Andaluza de Salud Pública.
“Pero -advierte-, las intenciones de la Junta pueden quedar lejos de la realidad porque una campaña masiva de varias semanas de duración, como ésta, en la que
intervienen muchos factores, desde pacientes con dificultades físicas, problemas de identificación o usuarios que se marean y desmayan,
van a enlentecer el ritmo”.
“Abusan de nuestra profesionalidad”
“Nos estiran como si fuéramos chicle. La Junta abusa de nuestra profesionalidad”, lamenta Manuel López, delegado de Sanidad y Responsable del Distrito de Atención Primaria del Área Sanitaria del Campo de Gibraltar, quien sostiene que
“se está machacando al personal”. “Hacen falta refuerzos”, advierte sin ocultar su temor a que los planes del Gobierno autonómico para la vacunación masiva se haga con los mismos efectivos que hay ahora mismo en plantilla.
“Ante una situación tan delicada y con los objetivos marcados,
hay que contratar y hacer ofertas de empleo estables”, plantea.
“Y cumplir con la plantilla”, añade. En este sentido, denuncia que “aún nos deben productividades de 2019”. “Somos un sector primordial, pero la Administración tiene una deuda pendiente con sanitarios” y, además, está sufriendo especialmente los errores en la gestión de la pandemia.
“Estamos desprestigiados”. En solo unos meses, han pasado de ser aplaudidos a precisar de más seguridad ante la indignación de usuarios. “La falta de información y la opacidad” también les pasa factura. No se cuenta con los profesionales. “Hay criterios dispares para seleccionar a los próximos vacunados, la Junta empieza a buscar espacios como estadios para avanzar en la campaña, sin ser necesario, porque las dosis son escasas
. El SAS va por impulsos”, afirma, y avisa del riesgo de movilización masiva de población para recibir el medicamento si no hay buena coordinación. “Con los profesores ya hubo colas para hacerse el PCR”, recuerda.