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Sábado 16/11/2024
 

Provincia de Cádiz

Las cifras del desempleo vuelven a la casilla de salida

La provincia ha tardado 16 meses en lograr regresar a la situación de paro previa a la pandemia, pero aún está lejos de las cifras de hace dos años

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  • La evolución del desempleo en los dos últimos años en la provincia -

Por primera vez, desde el inicio de la pandemia, hace ya casi 16 meses, los datos del desempleo de la provincia de Cádiz han vuelto a situarse por debajo de los marcados en aquel fatídico marzo de 2020. Los 160.495 desempleados registrados a la finalización de este pasado mes de junio es la cifra más baja de demandantes de empleo desde febrero de 2020, después de que con la declaración del estado de alarma y la suspensión de toda actividad no esencial el paro se elevara hasta las 176.416 personas, casi 16.000 parados más que en el mes anterior de una sola tocada.

Precisamente, una cifra muy similar a ésta, casi 15.000 (14.981), es la del número de personas que ha abandonado las listas del SAE este mes de junio y la que ha ayudado a devolver de nuevo la situación laboral en la provincia a su particular casilla de salida, puesto que el dato supone retroceder hasta la situación prepandémica, casi una forma de empezar desde cero, en el sentido que toca seguir adelante con la senda por la que iba avanzando el mercado laboral cuando el virus vino a dar un puñetazo en el tablero y mandar a tomar viento los proyectos y aspiraciones vinculadas a la actividad económica de la provincia.

Es, sin duda, una visión cargada de optimismo, sobre todo si se tiene en cuenta que aún tenemos por delante los meses de julio y agosto para ir descartando demandantes de empleo, pero por ahora no pasa del mero consuelo, ya que el auténtico objetivo debe ser regresar a las cifras en las que se encontraba Cádiz en junio de hace dos años, y es en esa comparativa donde se aprecian los daños colaterales de la crisis económica derivada de la sanitaria. En este momento puede que haya casi 13.000 personas menos en paro que hace un año, pero es que aún hay 22.211 parados más que hace dos, cuando la provincia sumaba 138.284 parados. Esa cifra, de hecho, llegó a descender hasta los 133.822 en agosto, convirtiéndose en la cifra de desempleo más baja de la provincia desde el estallido de la crisis del ladrillo.

En este sentido, el terreno que aún queda por reconquistar se aprecia claramente en la división por sectores económicos: en el sector servicios hay 12.048 parados menos que hace un año, pero 14.743 más que hace dos. En la construcción, 960 menos que en 2020, pero 1.794 más que en 2019. En la agricultura, otro tanto de lo mismo: 259 menos, pero 1.291 más. Un terreno, por tanto, que toca reconquistar, tal vez al abrigo de los esperados fondos de recuperación.

Por otra parte, sí hay un dato que está evolucionando a mejor ritmo que el del desempleo; el de la afiliación a la Seguridad Social. Así, después de que en marzo de 2020 se perdieran más de 31.000 empleados, la cifra no ha parado de subir desde entonces y en los tres últimos meses se han alcanzado los mejores registros del último año y medio, hasta alcanzar este mes pasado los 392.166 afiliados, de los que más de 64.000 son autónomos.

Una evolución del mercado laboral algo “atípica”, según la Junta

Según la Consejería de Empleo, el dato del paro de junio refleja una evolución del mercado de trabajo algo “atípica”, influida por la reactivación del sector servicios y por ajustes técnicos en el registro del paro tras finalizar en mayo la renovación automática de la demanda.  Los colectivos más beneficiados son las personas de entre 25-44 años, con un 14,5% menos de paro que hace doce meses; y los trabajadores del sector servicios, que este junio lo cierran con un 10,2% menos de desempleo que hace un año.  El delegado territorial de Empleo, Alberto Cremades, sostiene hay que hacer una lectura doble de los datos: “Por una parte  muestra que se está produciendo cierta recuperación del empleo perdido; y, por otra, no podemos olvidar que es una cifra que se compara con un periodo de fuerte destrucción de puestos de trabajo, como fue el estado de alarma y los ajustes que trajo para el mercado de trabajo (renovación automática de la demanda de empleo, etc.)”.

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