La Guardia Civil ha intervenido 30 galápagos de la especie "Trachemy Scripta", más conocidos como tortugas o galápagos de Florida, que estaban puestos a la venta en un establecimiento de un conocido centro comercial de la capital granadina, a pesar de que estos animales están incluidos en el catálogo español de especies exóticas invasoras por constituir una amenaza grave para las especies autóctonas y sus ecosistemas.
Este galápago está incluido concretamente en la lista de las "100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo", de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, al ser una especie que alcanza un gran tamaño y ser mucho más fuerte y agresiva que los ejemplares autóctonos, además de se reproducen con mayor facilidad.
El descubrimiento se produjo tras la denuncia de una persona que de forma anónima informó al equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Granada del mal estado de conservación de los animales en dicho establecimiento.
Los agentes inspeccionaron el establecimiento y descubrieron una pecera en la que había treinta galápagos de entre cuatro y diez centímetros y un cartel en el que aparecía rotulado el nombre de la especie: "tortuga acuática Trachemy Scripta Elegans". Los galápagos fueron intervenidos y quedaron en depósito en el propio establecimiento.
El Real Decreto 630/2013, que regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras, establece que está prohibida la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, de los animales incluidos en él.
No obstante, aquellas personas que posean ejemplares de las especies animales incluidas en el catálogo, adquiridos como animales de compañía, exóticos o domésticos, con anterioridad a la entrada en vigor de este real decreto, podrán ser mantenidos por sus propietarios; pero deberán informar en el plazo de un año de que las poseen.
VENTA DE MAPACHES
El Seprona también ha descubierto en la localidad de Atarfe (Granada) la venta ilegal de una camada de mapaches por Internet, animales que también están incluidos en el Catálogo español de especies exóticas invasoras, por lo que su venta está prohibida.
El descubrimiento se produjo tras otra llamada de un ciudadano que denunció los hechos de forma anónima.
La Guardia Civil descubrió que los mapaches estaban en Atarfe, aunque la propietaria de la camada manifestó a los agentes del Seprona que desconocía que el comercio de crías de mapache estuviera prohibido.
De ambas intervenciones la Guardia Civil ha informado a la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.