La Junta ha actualizado su programa de atención, orientación e intervención en familias con menores conflictivos y ha ampliado hasta los 16 años la edad de los menores a los que se ofrecen alternativas distintas a las del sistema judicial.
Pueden beneficiarse de este programa familias con menores a su cargo que se encuentren en una situación de conflictividad y que requieran de una intervención profesional específica; familias con hijos menores que presenten conductas delictivas sin que sean susceptibles de ser imputables penalmente o que hayan cometido algún tipo de infracción penal, no susceptible de una medida judicial.
El programa tiene como objetivo principal paliar y disminuir los costes directos e indirectos de la conflictividad adolescente; tanto para sus víctimas como para la comunidad y el sistema penal. Fue pionero en Andalucía cuando se creó en la provincia granadina en 2008 y trata desde entonces de dar respuesta a las necesidades planteadas por las familias granadinas con menores conflictivos en relación a las dificultades para ejercer sus funciones parentales.
Dirigido en primera instancia a menores de entre 12 y 14 años, esta edad se ha ampliado ahora hasta los 16 para ofrecer respuestas específicas distintas a la que había dado tradicionalmente el sistema de protección o el sistema judicial. El programa cuenta con una dotación económica de 135.000 euros para su desarrollo hasta 2016.
El programa está desarrollado por profesionales desde un punto de vista multidisciplinar: psicólogos, educadores y trabajadores sociales trabajan para frenar la aparición de factores de riesgo o conflicto social que puedan desencadenar conductas de inadaptación en la población menor destinataria, mediante una intervención en el ámbito personal, familiar, educativo y socio-sanitario.
Muchos de los problemas que experimentan menores y adolescentes tienen que ver con ansiedad, estrés, depresión, consumo de drogas y conductas de riesgo, por lo que los profesionales pretenden dotar a los jóvenes de los recursos necesarios para que dichos problemas no deriven en violencia y agresividad y que se preparen para afrontar los retos de la vida adulta.
Para facilitar la consecución de ese objetivo trabajan junto a los menores adolescentes el autocontrol y la resolución de conflictos, la inteligencia emocional, habilidades sociales, el razonamiento moral, pensamiento creativo y el desarrollo afectivo-sexual.
El Servicio de Prevención y Apoyo a las Familias de la Junta es el órgano responsable para la derivación de los casos al programa preventivo, bien desde otros servicios u organismos o bien por iniciativa de la propia familia.