La Fiscalía de Granada ha rebajado este viernes de 12 años y medio a dos años de cárcel su petición de cárcel para un joven acusado de prender fuego al piso de su madre, en Granada capital, y causar una gran humareda en su edificio.
El Ministerio Público ha modificado su solicitud inicial al entender que el procesado, de iniciales J.M.S.R. y 24 años, estaba bajo los efectos del consumo de gran cantidad de sustancias estupefacientes, con lo que ha contemplado en este caso esa eximente incompleta de la responsabilidad, que conlleva la disminución en dos grados de la pena.
Además, ha considerado que el hecho de que el joven reaccionara ante las peticiones de sus vecinos e intentara apagar el fuego y la intervención de estos evitó que el fuego se propagase, de manera que el riesgo para la integridad de las personas que se encontraban aquel día, el 23 de noviembre de 2013, fue de "entidad menor".
En el juicio que se ha celebrado este viernes en la Sección Primera de la Audiencia, donde ya ha quedado visto para sentencia, el joven ha dicho que aquel día había consumido muchas drogas, cocaína y marihuana, mezcladas con alcohol.
Era consumidor habitual pero la noche anterior se había "pasado". Por ello no recuerda "bien" lo que pasó y sólo sabe que le entró "hambre" y se quiso hacer "unos choricillos a la barbacoa", por lo que juntó unas maderas e hizo una pira en el comedor de su casa, pero como vio que se generaba mucho humo, tomó la decisión de hacerlo en el rellano, donde generó el incendio. Después de lo sucedido ingresó en Proyecto Hombre para desintoxicarse, y ahora ya no es consumidor de drogas.
En la vista han declarado también como testigos los vecinos del joven, al que conocen "de toda la vida". Han coincidido en que aquel día el acusado estaba "ido", probablemente por el consumo de drogas, y que sólo repetía que lo que quería era hacer una barbacoa, sin que pusiera en riesgo la vida de ninguno de ellos, puesto que el fuego se apagó pronto.
Al edificio acudieron policías nacionales, quien, al querer entrar en su vivienda, observaron que el acusado se ponía violento. A uno de ellos le propinó un puñetazo, aunque no le causó lesiones, según han indicado los agentes.
Según la acusación del Ministerio Público, el procesado vivía en la planta octava del número 97 de la Avenida de Andalucía, en Granada capital, en un piso que era propiedad de su madre. Ella y su hija, que residían habitualmente en esta vivienda, la habían abandonado el 22 de noviembre de 2013 debida a la actitud "agresiva y conflictiva" del procesado.
Al día siguiente, a las 10,00 horas, el acusado, que se encontraba en la vivienda, se dirigió al salón comedor y prendió fuego a un taburete y tablas de madera que había envuelto con ropa y papel. Así, generó un incendio que provocó que saliera al exterior una gran cantidad de humo al exterior.
Después se situó en el rellano de su planta, la octava, y prendió de nuevo fuego a otras maderas, lo que provocó que el humo se propagara por el piso superior. Los vecinos trataron de convencerle de que apagara los dos focos del fuego existentes, apagaron el incendio del rellano y llamaron entonces a la Policía Nacional.