La incorporación de este trayecto ha permitido conectar Granada con Madrid (568 kilómetros) en poco más de tres horas
La entrada en funcionamiento del AVE entre Madrid y Granada el pasado 25 de junio puso fin a dos décadas de retrasos e incumplimientos, por discrepancias entre los sucesivos gobiernos, en la puesta en marcha de esta infraestructura con la que la red de alta velocidad ferroviaria española suma ya 3.410 kilómetros.
La incorporación de este trayecto ha permitido conectar Granada con Madrid (568 kilómetros) en poco más de tres horas (3 horas y 5 minutos y 3 horas y 19 minutos, en función del número de paradas), así como con Barcelona en seis horas y 25 minutos.
Con tres circulaciones diarias por sentido, su entrada en funcionamiento fue acogida por el sector empresarial de Granada como un acicate más para el turismo después de casi cuatro años de aislamiento ferroviario debido a las obras del AVE a su paso por Loja, pero también con críticas por el escaso número de conexiones y la "excesiva" duración del trayecto, lo que, entienden, le resta competitividad.
En cualquier caso, todos coinciden en el importante instrumento de vertebración territorial que supone esta nueva conexión de alta velocidad, que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, resumió durante la inauguración de la línea como un "auténtico acelerador histórico del progreso de la ciudad, de la provincia, de Andalucía y del conjunto de España", y el presidente andaluz, Juanma Moreno, como un "revulsivo económico" de la región.
La nueva conexión entre Granada y Madrid incluye además otras ciudades andaluzas como Loja, Antequera (Málaga), Puente Genil y Córdoba, así como Ciudad Real.
La inversión para la puesta en marcha de la línea Antequera-Granada, que cuenta con 31 viaductos y 7 túneles, asciende a 1.675 millones de euros, aunque el proyecto ha contado con ayudas europeas por 724,9 millones.
El sector turístico es potencialmente el más beneficiado con su puesta en marcha: Si en 2018 Granada batió su récord histórico con más de un millón de visitantes extranjeros, las previsiones apuntan a que con el AVE esa cifra se superará ampliamente.
Fue a finales de la década de los noventa cuando se alzaron las primeras voces a favor de la conexión por AVE de Granada, si bien la primera traviesa del tramo entre Loja y Tocón no se colocó hasta febrero de 2003 entre discrepancias de la Junta de Andalucía, presidida entonces por Manuel Chaves, y el Gobierno de José María Aznar sobre la idoneidad de una doble plataforma, por la que finalmente optó el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Desde entonces y hasta su entrada en servicio, la puesta en marcha de esta infraestructura ha estado marcada por una sucesión de retrasos, incumplimientos y discrepancias entre administraciones sobre cuestiones como la ubicación de la estación o el soterramiento de las vías a la entrada de la ciudad, una demanda vecinal aún sin resolver.
La línea sigue avanzando y recientemente fue aprobada la adjudicación, por 14,3 millones de euros, de las obras de plataforma del tramo Viaducto de Riofrío sobre la línea convencional Bobadilla-Granada-Variante de Loja, que se integrará en un futuro en la Línea del AVE Antequera-Granada.