Seis óleos de gran formato y cuatro acuarelas componen esta visión de Fischl, considerado uno de los principales pintores de la figuración americana en la segunda mitad del siglo XX junto a Alex Katz.
El creador admitió ayer que, antes de asistir a esa corrida, con un cartel compuesto por los hermanos Rivera Ordóñez y el colombiano César Rincón, no sabía nada acerca de los toros, pero pensaba que sería interesante comprobar “cómo vería un pintor contemporáneo una tradición tratada por grandes artistas”.
Su experiencia al asistir a los toros la divide “como pintor y como hombre”, y en la primera faceta considera la corrida “un espectáculo maravilloso, de una tremenda belleza, y una gran tragedia”.
“Como hombre, entendí el ritual como una transición de niño a hombre, de la adolescencia a la masculinidad, dijo.