La representación israelí considera que “valores como la libertad de expresión o la libertad artística sirven en ocasiones de simple disfraz de prejuicios, de estereotipos o de la mera provocación por la provocación. Un mensaje ofensivo no deja de ser hiriente por pretender ser una obra artística”.
La escultura denominada Stairway to Heaven es una reflexión sobre la religión y en ella Merino ha situado a un árabe rezando agachado; encima de él y arrodillado, un sacerdote católico, y encima un rabino.