El Alto Tribunal de Londres falló a favor de la banda, con lo que EMI no podrá poner a la venta en la red sencillos extraídos de los álbumes de esta formación de culto. El grupo de rock psicodélico, cuyo álbum Dark Side Of The Moon sigue siendo uno de los más vendidos en la historia de la música, demandó a EMI, a la lleva 40 años vinculado, por los derechos de autor.
La banda argumentó que la discografía no podía, por contrato, vender canciones sueltas extraídas de los trabajos de Pink Floyd a no ser que se pusieran a la venta como álbumes completos con consentimiento previo.
El objetivo, según recordó ayer el juez, era “preservar la integridad artística de los álbumes”.
Tras fallar este tribunal a favor del emblemático grupo, que se separó en 1.985, EMI deberá pagar a Pink Floyd –compuesto por Nick Mason, David Gilmour, Roger Waters y los ya fallecidos Syd Barrett y Richard Wright– costes legales cifrados en 60.000 libras (unos 66.000 euros). Los magistrados, EMI no podrá recurrir este fallo.
La discográfica solicitó al tribunal que mantuviera los detalles relativos a los derechos de autor en secreto por razones de “confidencialidad comercial”.
En una vista previa, el abogado defensor del grupo, Robert Howe, dijo que el acuerdo contractual existente entre la formación y la discográfica incluye una cláusula que “prohíbe de manera expresa” la venta de canciones, de manera física o a través de la red, “de otra manera que no sea la de la configuración original”, tal y como está en los álbumes.
EMI, por su parte, argumentó que esa prohibición “se aplica sólo al caso del producto físico y no afecta al producto online”, algo que, según manifestó el abogado de Pink Floyd, “no tiene sentido desde un punto de vista comercial”. Pink Floyd forma parte de EMI desde 1967 y ha sido para el sello discográfico uno de sus contratos más lucrativos, ya que la banda es la segunda más vendida por detrás de los Beatles.