La misa conmemoraba el centenario de la constitución de la Corte de Honor de la Virgen de la Cinta, un grupo de mujeres que cuida la capilla y la figura de la Virgen de la Cinta, patrona de Tortosa.
Con esta eucaristía, alejada de los cánones tradicionales e inédita en esta catedral de las Tierras del Ebro, las responsables de la Corte de Honor pretendían atraer a los más jóvenes al templo y despertar su interés por la figura de la patrona de la ciudad y por la religión en general.