La soprano italiana Mariella Devia triunfó anoche en el Teatro de la Maestranza de Sevilla con un recital, programado con motivo del XX aniversario del coliseo, en el que interpretó arias de conocidas óperas belcantistas.

Durante casi dos horas, la prestigiosa cantante realizó un recorrido por algunos de los títulos más exitosos de su carrera y fue obsequiada por el público con ovaciones, bravos y un aplauso por bulerías tras los bises finales.

En la primera parte del concierto, Devia, que actuaba en el escenario del Maestranza por sexta vez en su dilatada carrera, cantó arias de célebres óperas francesas como "Louise", de Charpentier, o "Manon", de Massenet, páginas que interpretó con emotividad y elegancia, luciendo su característico timbre cristalino.

En la segunda parte del programa, la cantante nacida en Liguria (Italia) se adentró en el bel canto romántico italiano, un repertorio que ha sido durante cuarenta años de carrera su auténtica especialidad y con el que ha cosechado -y así volvió a ser anoche- sus mayores triunfos.

Su interpretación de las arias de "Maria Stuarda" y "Lucrezia Borgia", ambas de Donizetti, constituye una muestra de la sólida técnica de canto de la artista, así como de la madurez de un instrumento oscurecido con el tiempo y que ha ganado consistencia en la zona grave, lo que le permite abordar con brillantez los comprometidos dramas donizettianos.

La pieza que más entusiasmo despertó entre los asistentes fue 'Casta diva' de la ópera "Norma", de Bellini, título que la reconocida soprano siempre ha rechazado llevar a los escenarios, a pesar de las tentadoras ofertas de algunos teatros.

Interpretó la famosa aria con refinamiento, gracias a su canto ligado, firmes agudos y facilidad para los pasajes de coloratura, y coronó la escena con la cabaletta 'Ah! bello a me ritorna', que nunca antes había cantado en un concierto y que evidencia su inteligencia y seguridad en las arriesgadas -y, sin embargo, acordes al estilo de la obra- variaciones del da capo.

Mariella Devia concluyó al recital con la frescura de su 'Non fu sogno' de "I lombardi alla prima crociata" de Verdi, pero aún ofreció fuera de programa tres piezas ante los insistentes aplausos del público: vals de "Romeo y Julieta", de Gounod, así como el aria 'Signore ascolta', de "Turandot", y el 'Vals de Musetta', de "La Bohème", ambas de Puccini.