Ha recogido sus recuerdos en el libro "El señor de los mosquitos", alusivo a una vida dedicada a luchar contra la malaria.
El epidemiólogo español Julián de Zulueta, uno de los últimos alumnos vivos de la Institución Libre de Enseñanza, ha recogido sus recuerdos en el libro "El señor de los mosquitos", alusivo a una vida dedicada a luchar contra la malaria.
Hijo del ministro de Estado de la Segunda República Luis de Zulueta y ahijado del histórico dirigente socialista Julián Besteiro, Julián Zulueta (Madrid, 1918) ha relatado su insólita existencia a la antropóloga María García Alonso, que los ha ordenado para este libro editado por la Residencia de Estudiantes, con el título completo de "Tuanya Mok (El señor de los mosquitos) Relatos de la vida de Julián de Zulueta contados a María García Alonso".
"Tuanya Mok" es un termino malayo que significa "Señor de los mosquitos", apodo que Zulueta se ganó en el antiguo Borneo como médico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), institución para la que trabajó combatiendo la malaria en cuatro continentes.
Además de la remembranza de su infancia en Madrid y su exilio con su familia en París y Colombia, así como su labor como epidemiólogo de la Fundación Rockefeller, su larga etapa en la OMS, sus funciones como asesor y consejero en diversas instituciones nacionales e internacionales relacionadas con la conservación ambiental o su etapa como alcalde de Ronda (Málaga), el volumen incluye tres anejos sobre las investigaciones históricas de Zulueta.
Y es que esa fue su gran afición tras su dedicación médica. Se trata de una investigación sobre la malaria de Carlos V, otra sobre la batalla del Cabo de Santa María y una tercera sobre la marcha de Aníbal sobre Roma.
Zulueta pudo demostrar científicamente, rehidratando tejidos de la momia de Carlos V, que el emperador murió de malaria o paludismo, estudió la batalla en la que fue hundida la fragata española "Mercedes" -una información útil para el proceso del Estado español contra la empresa cazatesoros Odissey- y ha documentado la intendencia de la marcha de Aníbal sobre Roma, con la participación de vascos, cántabros y astures.