El
ciclo de conciertos programado durante la XXIV Semana de la Música de Ronda titulado ‘El ser que canta’ se presenta esta edición como una forma de celebrar y explorar la belleza de la voz humana a través de distintas épocas y estilos. Organizada por la
Real Maestranza de Caballería de Ronda y el International Ontology Congress, la XXIV Semana de la Música, dedicada en esta ocasión al intérprete italiano
Ruggero Raimondi, se desarrollará del
1 al 5 de julio en diferentes espacios de la institución maestrante, que albergará también el ciclo de conferencias del
XX Encuentro Música-Filosofía del 3 al 5 de julio.
Clases magistrales con Rafael Cañete
El 1 de julio -en la Biblioteca-, el
concierto inaugural, ‘El ser que canta en la creación musical’, con obras y armonizaciones a cargo del alumnado del
Conservatorio Profesional de Música ‘Ramón Corrales’ que ha participado en las
clases magistrales del compositor Rafael Cañete Celestino, se centra en la innovación y la creatividad musical.
Con la idea de “despertar a esos jóvenes talentos, compositores del futuro”, Rafael Cañete ha enfocado sus clases magistrales en la composición, “hemos estado realizando trabajos durante estas clases en las que les hemos presentado unas melodías a los alumnos, teniendo en cuenta que tienen un buen nivel de armonía, pero la mayoría de ellos son instrumentistas -explica-, y hemos trabajado sobre cómo crear un acompañamiento”. “La intención -continúa-, es que los alumnos que estén más centrados en su instrumento puedan tener un acercamiento más directo con lo que es la composición, porque estos trabajos se van a presentar en un concierto, con lo cual tienen que hacer un esfuerzo de comprensión mayor y un acercamiento sobre algo que van a escuchar luego, y que aquellos que desde un principio tengan curiosidad por la composición puedan desarrollar un trabajo que saben que va a tener una concreción en un concierto, y eso es mucho más motivador”.
La composición se plantea así como una alternativa o como otra opción más dentro de su formación y de su desarrollo artístico musical. La finalidad es que “cada uno de los alumnos, independientemente de que en un futuro se vayan a dedicar a la composición o no, tengan una aproximación a ésta desde otro punto de vista”, afirma Rafael Cañete. “No es lo mismo hacer un trabajo que se va a quedar en la mesa que un trabajo que se va a escuchar y se va a tocar”, apunta. “La melodía que les hemos dado es para voz, para canto, e irá acompañada de piano y de guitarra”, explica.
Las melodías han sido seleccionadas por la
profesora del Conservatorio María Inmaculada Godoy entre composiciones de autores españoles, diseñando un repertorio que abarcará diferentes estilos, desde armonizaciones clásicas, a otras de estilo impresionista o algunas del siglo XX.
A lo largo de su dilatada trayectoria profesional, Rafael Cañete Celestino, formado inicialmente como violinista en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla, tuvo un “despertar tardío de la composición”, que profundizó durante sus estudios en París. Además de haber trabajado como profesor de Armonía, Análisis y Composición, lleva muchos años vinculado a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla como compositor, arreglista y director, funciones que compagina con otros proyectos.
Se define como “muy ecléctico en gustos”, que abarcan disciplinas tan dispares como el teatro, la música sinfónica, el cabaret o el rock. Considera que la música es “lo que le da sentido a mi vida, lo que me hace afrontarla desde cierta fortaleza, algo que me entusiasma hacer y una herramienta fundamental de supervivencia gracias a lo que me aporta. Es una especie de medicina cuando estás en momentos difíciles, algo que te hace sentir vivo”.
La Filarmónica de Málaga, bajo la batuta de Salvador Vázquez
El concierto de clausura de esta edición de la Semana de la Música, titulado
‘Puccini y el ser que canta’, contará con las voces del
tenor Carlo Rafaelli, el barítono Luca Bruno y las sopranos Elizabetta Zizzo y Guiomar Cantó, junto con la Orquesta Filarmónica de Málaga, bajo la dirección musical de Salvador Vázquez, el 5 de julio en el Picadero.
Se trata de un homenaje a Giacomo Puccini por el centenario de su fallecimiento, que se conmemora en 2024, como “uno de los grandes maestros de la lírica -destaca Salvador Vázquez-, que ha dado títulos como Turandot, La Bohème o Tosca”.
De este modo, el programa incluye algunas arias de las óperas más representativas de este gran compositor -Le Villi, La Bohème, Edgar, Madama Butterfly, Suor Angelica, Gianni Schicchi, Tosca o Il Tabarro-, bajo el título ‘Tutto Puccini’, un espectáculo producido por Carlos Rueda junto con el Festival Puccini de Torre del Lago en Lucca.
Como apunta Salvador Vázquez, “Puccini es uno de los compositores más conocidos, junto a Verdi o Rossini, y su música ha alcanzando cotas de popularidad muy alta”. A su juicio, “es uno de los músicos que ha vertido más pasión en las partituras y su música es realmente bella, conmovedora, y al final, de alguna manera u otra, le llega a todo el mundo”.
En cuanto a la Orquesta Filarmónica de Málaga, a la que lleva dirigiendo diez años como director invitado, destaca que es “una orquesta muy versátil, porque toca todo tipo de repertorios pero, además, está acostumbrada al foso de la ópera y el repertorio operístico lo toca maravillosamente bien. Hacen el trabajo muy fácil y liviano, todo fluye estupendamente con la Filarmónica”.
Salvador Vázquez ha sido designado recientemente director titular y artístico de la Orquesta de Córdoba, con la que presentará en breve su primera programación con ellos de cara al inicio de la temporada en septiembre. Su habilidad artística se ha consolidado en destacados logros como el Premio Ciudad de Málaga a la mejor labor musical en 2015 y el primer premio en el Concurso Internacional de Dirección de Orquesta de Córdoba en 2016.
A lo largo de su trayectoria profesional, ha tenido una “relación muy especial con la lírica y con la ópera”. De hecho, fue director titular del Coro de Ópera durante ocho temporadas y tiene formación como pianista, que le ha llevado a acompañar a diversos cantantes. Considera que “en una profesión tan compleja, he tenido mucha suerte, y creo que he ido dando pasos muy pequeños, pero siempre hacia adelante, las cosas a fuego lento van mejor”.
Entiende la música como “una forma de vida, un estado mental, una forma de ser. No recuerdo mi vida sin música. Es una manera de respirar porque al final no desconectas nunca, es imposible porque está en ti y vive en ti”.
Marcelo Solís, barítono rondeño
‘Canto y ser. Explorando la profundidad de la existencia’ es el título del recital que ofrecerá el barítono Marcelo Solís, acompañado al piano por Isabel Puente el 3 de julio en la Biblioteca de la RMR.
Para el barítono rondeño “es una alegría que Ronda me haya acogido tan amablemente y que todo el mundo musical y cultural de la ciudad haya querido apoyarme. Es muy de agradecer y es ilusionante, quiero devolverle a Ronda lo que me ha dado y lo que me seguirá dando siempre”.
Marcelo Solís afronta el recital como “un trabajo en equipo con la pianista Isabel Puente”, centrado en la temática de este año, que es la voz, y en la figura de Ruggero Raimondi, elementos, a su juicio “fundamentales” para elegir el repertorio que se va a cantar. “Durante el proceso de creación de este repertorio hemos tenido muchas posibilidades, porque la voz es un campo muy amplio y la figura de Raimondi es emblemática”.
Así, el programa se centra en el siglo XIX e, inicialmente, se barajaron diversas ideas, apunta, “pensamos en ópera solamente, en zarzuela, en ópera y canción española, en reivindicar nuestro patrimonio, porque Ronda ama a su tierra y teníamos una posibilidad muy bonita de cantarle al público en su propio idioma”. Finalmente, el concierto contará con una primera parte dedicada a la ópera en la que se hará un recorrido desde el clasicismo del siglo XVIII hasta el XIX, “pasando por Verdi y cantando también piezas que el propio Raimondi ha interpretado infinitas veces”; y una segunda parte de canción española “una manera de cantar diferente que va a refrescar el concierto. Acabamos la primera parte con Verdi, muy emblemático, ilustre, muy paternal, muy dulce, pero es Verdi, es una manera de cantar grande, y seguimos en la segunda primero con Vives y Granados, y una parte más grande de Albéniz que es bellísima y muy contrastante con las otras dos piezas, una creación muy teatral y afrancesada que será muy divertida”. “El resto de piezas de Albéniz son de una delicadeza exquisita. Dan pie a hacer con la voz y con el piano colores y manierismos que con la ópera no se hacen”, apunta.
Además de su formación lírica, Marcelo Solís estudió el grado profesional de saxofón y el grado de Musicología en Granada, realizando estudios en la Escuela Superior de Canto de Madrid y un posgrado en el Palau de les Arts en Valencia.
Aunque actualmente reside en Madrid, “voy cantando por lo caminos”, afirma, lo más reciente en el Teatro de la Maestranza en la temporada de ópera en ‘Manon Lescaut’. Durante su trayectoria, ha actuado en teatros de ópera, auditorios y salas de conciertos de toda España, e interpretado papeles en diversas óperas, incluidos Ghiringhello (Il Buontempone de Barbieri) y Gilgamesh (Eliel Márquez) en estrenos mundiales.
Considera la Semana de la Música de la Real Maestranza un “festival único” que combina “música y pensamiento” gracias a la celebración de las conferencias enmarcadas en el XX Encuentro Música y Filosofía.