Su nombramiento no fue una sorpresa, porque su nombre y su elección se habían hecho públicos unos días antes. Entonces sí lo fue. Sergio Flores, conocido empresario rondeño, se iba a poner al frente del Partido Andalucista en nuestra ciudad, una formación con clara vinculación histórica a Ronda. Flores, militante andalucista desde finales de los 70, nunca había ostentado ningún puesto de tanta responsabilidad. Y llegó sin pelos en la lengua: “Hay que dirigir el Partido Andalucista para que sea un partido fuerte, serio y sano”, dijo en su presentación ante la prensa, ante el secretario provincial de su formación. Antes, el PA le había confirmado como miembro de la dirección provincial y nacional.
Estarán siendo días intensos…
—Sí. Son días de nerviosismo, de estrés… Es una nueva responsabilidad que no entraba en mis planes personales. Pero me llamaron y entendí que no era momento de escurrir el bulto, así que ahora toca complementar este nuevo cometido con mis necesidades personales y empresariales. Ya he iniciado una ronda de contactos, para presentarme, ante instituciones, asociaciones, partidos políticos, sindicatos y otros grupos de opinión, marcando la nueva línea de trabajo del partido. Y no es que vaya a haber un cambio radical, pero sí modificaciones que queremos dar a conocer. Y queremos también pulsar la opinión de la calle, hacer un juicio para saber si estamos cumpliendo con lo que la gente espera de nosotros en nuestra gestión de gobierno en el Ayuntamiento.
Habla usted de nueva línea de trabajo y habrá quien se pregunte si, teniendo tan cerca la que denominaron ustedes renovación del partido, es necesaria una segunda tan inmediata…
—En 50 años de historia, en cualquier familia hay problemas, habituales y normales desencuentros. Pero hay un objetivo para nosotros que está claro: la defensa de Andalucía, de los andaluces. Lo lógico y sano es que, por el camino, haya habido gente que se ha ido, y gente que ha llegado. Pasa en todos los partidos, porque en todos los partidos hay gente de todo tipo, como en cualquier colectivo. Y nosotros no dejamos de ser otro colectivo más, donde hay mucha gente. Pero le doy algunos datos: 50 años de historia; 5 concejales en el Ayuntamiento; una reciente asamblea con más de 60 compromisarios… Esa es la salud de mi partido en Ronda.
Así que dan por cerrada la crisis de estos últimos tiempos… Y digo crisis porque Daniel Harillo se marchó hablando de serias discrepancias en el seno del grupo municipal y de su partido. ¿Dan por cerrada la herida?
—La situación es de absoluta normalidad. E insisto, con las dificultades normales de cualquier proyecto. Hay quien llega de forma equivocada a la política, y se entiende cuando, según el CIS, los políticos son el segundo problema de los españoles. Paradójico; para los españoles, quienes tienen que resolver sus problemas se han convertido en el problema. Estamos en una sociedad compleja, y la desilusión se traduce en los políticos. Y es normal en los políticos ir, venir, desencantarse… porque son personas, no ordenadores. Lo que no es normal es que en un partido se repartan sobres, eso sí es grave. Pero el resto de problemas son normales. Y le digo más. Si alguien que llega a un partido en un momento determinado por determinadas aspiraciones se va porque no las puede conseguir, me parece normal. E incluso al partido le viene bien quitarse a esos pasajeros de su viaje. Pero hay absoluta normalidad. Estamos trabajando en el partido y también en el Ayuntamiento, pese a la dura situación que nos hemos encontrado. Los rondeños nos pidieron dar un paso al frente y asumir una responsabilidad de Gobierno, y lo estamos haciendo. Y por eso le digo que es muy triste que sólo trasciendan ciertas cosas para la gente, por encima del trabajo de todos los días.
Han pasado dos años desde que firmaron el pacto. ¿Creen que la crisis y estar en gobierno están pasándole factura? ¿Qué factura piensa que les pasa gobernar con el Partido Popular, dado su desgaste al frente del Gobierno de España?
—Lo nuestro, como en un matrimonio, es una historia de encuentros y desencuentros. Pero, por suerte, hay una normalidad continuada, de trabajo por Ronda, aunque tenemos muy claro que somos el PA y no el PP, porque nuestra ideología no es la del PP, somos diferentes. Aún así, en un pacto hay que ser leales, y llevarse bien, y toca asumir cosas que no son del agrado de uno, como al otro también le toca. Y seguro que todo es mejorable. Pero le digo que la salud del pacto del gobierno es total, lo que no quita que cada cual trabaje por mejorar su propia imagen dentro de él.
Hay quien opina que son ustedes meros invitados en ese gobierno de dos…
—Si alguien dice eso, no tiene ni idea de lo que ocurre en el Ayuntamiento. Nosotros tenemos un hábito que no siempre tienen todos los partidos, que es cumplir con un programa de gobierno. En urbanismo, por ejemplo, el programa está casi cubierto, y eso indica el trabajo importante que se ha realizado. Pero si pensamos en Turismo, estamos igual. Y en igualdad, y en cultura y medio ambiente… Pero es muy fácil no querer ver eso. Pero será además porque trabajamos tanto por cumplir nuestro programa que queda poco tiempo para el protagonismo. Quizá no hayamos tenido el afán de protagonismo necesario; quizá nos hayamos dejado ver poco. Pero los rondeños saben lo que hay, e intentar por parte de alguien convencerles de otra cosa será ir contra la realidad de las cosas. Nos gustaría hacer más, está claro, y si no pregúntenle a Vicente Becerra pero es que tampoco no hay todos los recursos necesarios. Las cosas lucen menos pero le aseguro que se trabaja mucho más. Y eso es lo que estamos haciendo.
¿No han hablado demasiado de la herencia?
—A nadie del PA le habrá oído usted hablar de eso. Yo soy el secretario del PA, no del PP. Igual usted le tendría que preguntar a otro. Pero no vivimos de la herencia. Nosotros vivimos en el presente, y la realidad es la que es. Podríamos estar viviendo de conflictos pasados, pero el motivo fundamental para que estemos en el Ayuntamiento es que más de 6.5000 rondeños están parados, con familias que tienen a todos sus miembros en paro y donde no hay ingresos. Y eso es lo que nos implica, como luchar contra los recortes, contra los problemas en educación o con nuestros pensionistas… Trabajamos por solucionar todos esos problemas, desde donde podemos, porque ya nos gustaría tener un diputado en Madrid.
Le hemos oído hablar de una necesaria revisión ideológica. Como miembro del comité provincial y nacional, ¿trabajará por culminar alguna vez ese proceso de revisión o tienen ya totalmente definida la ideología?
—Yo llevo más de 20 años en este partido y siempre hubo debate. Cuando empecé en el PA de Ronda, formaban parte de este partido gentes que después acabaron en el PSOE o en Izquierda Unida, y nunca nadie les preguntó por su trayectoria ideológica. Aún así, es cierto que siempre hay debate interno, y ha habido importantes vicisitudes ideológicas como usted dice. Eso sí, nunca se ha cuestionado una cosa, Andalucía. La ‘A’ de nuestras siglas.
¿No es necesario un mayor esfuerzo de autocrítica?
—Nunca hemos parado de hacer autocrítica, y ahí hemos fallado. Nos hemos mirado tanto el ombligo, que a veces olvidamos el entorno. Pero tenemos claro cuál es nuestro objetivo, y le digo que siempre hemos sido coherentes y serios con nuestras ideas. Y nuestra historia ha sido muy limpia, sin trincones. Somos cercanos y mantenemos un peso emocional para muchos andalucistas que hay en Andalucía, y aquí en Ronda, donde siempre tuvimos apoyo del electorado.
Por lo que significa Ronda para el Partido Andalucista, suponemos que les escuchan cuando hablan en Málaga o Sevilla. Tienen ustedes peso…
—Tenemos peso. Pero la fuerza que tengamos es lo de menos. Lo importante es la fuerza de la gente; lo único importante es que en Andalucía tengamos más conciencia de Andalucía, y para decir eso estamos nosotros. Y seguimos estando convencidos de que ojalá estuviéramos en Madrid un diputado para defender Andalucía, o pudiéramos gobernar nuestro, porque la realidad es que las regiones que han estado representadas por sus fuerzas políticas están mejor que nosotros. En empelo, en kilómetros de autovía, en servicios sociales… Aunque algunos de esos digan que aquí estamos cobrando el PER mientras estamos en las tabernas. ¿Sabe cuántas personas cobran el PER en Ronda? Se lo digo: 75. Y lo cobran porque cuando llegó la democracia se entendía que era difícil rehabilitarlas para otras profesiones, para evitar además el despoblamiento de los núcleos rurales. En Cataluña lo hicieron mejor: sus jubilados y prejubilados, cuando la reforma industrial, con 40 años se fueron cobrando 3.000, y por eso miles de catalanes viven como Dios, paseando todos los días en chándal junto al mar o haciendo tai chi. Es más fino, desde luego, que jugar al dominó en un bar.
Volviendo a Ronda. Decía usted que hablarán con todos los partidos, sindicatos y asociaciones. ¿En esa ronda de contactos está también el PSOE?
—¿Usted habla del demonio o algo de eso?
Se lo digo porque firmaron ante notario que no pactarían con ellos. ¿El tiempo cura heridas?
—Quiero conocer la opinión de Cáritas sobre la pobreza. Y la de Comisiones Obreras sobre el empleo. Quiero saber si el 15M tiene algún proyecto del que podamos hacernos eco. Y quiero conocer la opinión de todos los partidos. La gente no quiere peleas, quiere soluciones, y todos deberíamos meter el hombro. El PSOE gobierna la Junta, así que habrá que sentarse con ellos, porque hacen falta proyectos en Ronda. No se me caerán los anillos por sentarme con quien haga falta. Ahora bien, otra cosa es el pacto: a fecha de hoy gobernamos con el PP, y firmamos ante notario que nuestra intención era no negociar con el PSOE, en unas condiciones y con unas personas muy concretas que estaban entonces y que ya no están. Le digo, con todo, que no vamos a permitir que nuestro partido se gobierne desde fuera, por lo que no somos anti-nada. Y trabajaremos con quien haga falta.
¿Ha hablado con Daniel Harillo? ¿Qué le ha dicho?
—He hablado en varias ocasiones con él. Lo aprecio mucho, es parte de mi familia, podría decir. Y lo que ha hecho es darme el apoyo y desearme suerte, lo que me han dicho otros muchos compañeros del partido. Y también me lo ha dicho Isabel Barriga, y Vicente, y María José, y Ángel o Antonio… No recuerdo desde cuándo en una asamblea de un partido en Ronda no hay unanimidad como ha habido en la nuestra. Si no recuerdo mal, en el PP han estado o están con una gestora, y todos los socialistas están suspendidos de militancia… En eso no estamos nosotros, se lo aseguro.
Suerte.
—Muchas gracias.