Nuestro protagonista es una de esas personas a quien difícilmente se le conoce un enemigo. Porque Pepe, Pepito, no niega el saludo a nadie. Porque no duda en mostrarse cariñoso con todos a cuantos conoce. Que no son pocos. Le apodan ‘El Barrendero’; de un tiempo a esta parte, ‘El Barrendero poeta’, tras la publicación de un libro hace años con el que decidió exteriorizar algunos de sus sentimientos, su filosofía de vida. Trabaja, en efecto, en la empresa pública de limpieza de Ronda. Por aquí y por allá se le ve con su carro: “Aprendo de la calle todos los días”. Y es en la calle donde se topa de frente con situaciones injustas: “Me hago el desentendido, pero todo queda escrito”.
José Antonio Pino Calle ha reeditado un libro que ya vio la luz en 2008. ‘Buscando la luz de las almas’ se llama, en una verdadera declaración de intenciones. Se han impreso 50 nuevas copias, puestas a la venta en Proyecto Hombre: “Quiero ayudar de algún modo en estos momentos de tantos problemas. Está tan mal la cosa y veo que hay pocos que se preocupan por salir de esta, que quería ayudar”, nos dijo durante la entrevista.
El libro no es sino un cúmulo de consejos, si cabe; de impresiones. Pepito habla sobre la incredulidad, la ignorancia, la creencia en Dios y el pecado... Durante años, desde que este hombre que casi alcanza la cuarentena tenía 16, se fueron recogiendo todos esos pequeños artículos.
¿Tiene aún vigencia ese libro en concreto a pesar del paso de la crisis? Preguntamos y responde nuestro amigo: “Sigue teniendo el mismo valor”, responde.
“Escribo sobre lo que siento. Sobre lo que veo y me afecta. Me preocupan las injusticias y escribo sobre ellas. No entiendo que los poderosos no hagan nada por los que menos tienen. No entiendo que este Gobierno que tenemos suba los impuestos y ataque a los más pobres”. Y es por ello que Pepe ya trabaja en un nuevo libro: “Voy a escribir sobre eso, sobre la injusticia. Desde el punto de vista de una persona sabia que está en la calle y cuya sabiduría no se valora, aunque ayude a la gente”. ¿Es tu caso? “No es mi historia. Es una historia sobre quienes se hacen ricos tratando mal a los otros”.
Pepe barre cada mañana las calles de Ronda. Confiesa que las tardes del verano las pasa en un campo de un amigo: “Me distrae; le echo una mano”. Por el hartazgo de la crisis y sus injustas consecuencias asegura que no ve la televisión, ni escucha la radio, ni lee la prensa, aunque se congracia y dice comprar RONDA SEMANAL cada fin de semana. Se toma un té cada tarde, “como los orientales”; escucha música clásica y busca consejos y meditaciones por Internet. Le gustan los libros de autoayuda.
Pero Pepe es buena gente. Tiene buen trato. Y pararse a hablar con él agrada. Leerle, de seguro, aporta serenidad.
