Escribir, cantar e interpretar son tres verbos que van unidos a José María Tornay. Su figura en la ciudad es muy conocida por su presencia en el grupo ‘Entreamigos’ de Ronda y por su relación con el mundo musical. Ahora, su último trabajo tiene que ver con la escritura, un libro donde se recoge la vida de ‘Antonio González Muñoz: El Cuqui’.
¿Cómo surgió la idea?
--Tenía muchas ganas de hacer algo sobre este personaje de Ronda. Él me propuso la idea de escribir algo de su biografía y le metimos mano. He estado seis meses escuchándolo hablar prácticamente a diario. Tomaba nota y a la vez iba escribiendo, después estuve dos o tres meses dándole forma al tema y aquí está hecho realidad. En resumen podemos decir que ha tenido una gestación de nueve meses, lo que viene siendo un embarazo.
¿Qué puede contarnos de este personaje?
--A la gente joven seguro que Antonio González Muñoz el Cuqui le resulta extraño, pero a la gente que tenga cierta edad sabe que fue un personaje muy importante en la sociedad de Ronda de hace 30-40 años. Tengo que decir que fue un personaje mucho más importante en Japón de los años 70 y por eso había que darle su sitio, porque en nuestra ciudad Antonio nunca ha sido reconocido como se merece. A él le interesa más ganar un amigo que ganar un sueldo, es una característica de su personalidad. No solo es un estupendo guitarrista flamenco, fue uno de los pioneros en llevar la guitarra flamenca a Japón, además de un pintor excelente. Es tan importante que en Japón es el único extranjero que ha ganado el premio más prestigioso que hay allí, y ya sabemos que la sociedades orientales son muy cerradas.
¿Cómo lo definiría?
--Es un bohemio, un artista, un hombre que no es materialista, nunca pretendió ganar dinero, el podía ser millonario, lo es en amigos. Dejó hasta una familia en Japón porque lo adoptó un pintor como hijo.
¿Cómo se estructura la historia?
--Se divide en tres partes. La primera es su infancia y su juventud, la cual me resulta de lo más interesante porque en la vida de Antonio descubrimos una Ronda diferente llena de músicos callejeros y llena de precariedad. La segunda parte muestra como un hombre sin formación apenas conoce a una chica y se marcha a Japón con ella a finales de los años 60. Se tira allí 10 años pintando y tocando, el padre de la chica lo instala en su casa, le da su nombre y lo convierte en su hijo. Y la última parte cuenta su regreso a Ronda y como se hace guía turístico.
¿Cuándo salió el libro a la venta?
--El libro lo empezamos en abril de 2016 y lo pusimos este jueves en el punto de venta frente a ‘Los 100 Montaditos’ en la Plaza de España, en una tienda de souvenirs. La editorial no lo pone a la venta en grandes superficies hasta el mes que viene, lo que pasa que a él le han dado unos 200 ejemplares para venderlos por la ciudad. Yo no gano nada con esto, simplemente lo he escrito, le he echado una mano y he ganado una buena amistad.
Poco se oye sobre él en la actualidad...
--No estaría mal que el Ayuntamiento le reconociera de alguna manera como por ejemplo hijo predilecto.
Cambiando de tema, ¿qué proyecto cercano tiene el grupo 'Entreamigos'?
--El próximo 29 de abril tenemos un concierto en el Teatro Municipal Vicente Espinel, esta vez echaré una mano pero va a cantar la rondeña Ainoa Pérez. A nuestro estilo, rodeado de todos los amigos de Entreamigos, no va a cantar sola. Va a quedar una cosa preciosa.