Las calles apagaron sus luces y se guardó silencio para mostrar todo el recogimiento que requiere esta Hermandad.
Como es tradicional en Ronda la Hermandad del Silencio comienza su estación penitencial la noche del Miércoles Santo con los tres aldabonazos y el grito de uno de sus hermanos de ¡silencio! a las 11.00h en punto de la noche. Se abren las puertas de la Iglesia de Santa María y el numeroso público situado a las puertas del templo se queda en total silencio. Las luces apagadas hacen que se viva una atmósfera especial. En ese mismo instante se descorre el toldo que cubre el paso del Cristo de la Sangre y se oye un leve repique de tambor.
Desde Santa María comienzan a salir penitentes portando sus cruces y sus cadenas y nazarenos con sus túnicas blancas y rojas. A continuación algunas autoridades civiles y militares portan su varas de mando. En la noche con una agradable temperatura tan sólo se oye el arrastrar de las cadenas bajando la cuesta de la Plaza del Ayuntamiento. El paso del Cristo comienza a moverse y se oyen los primeros cántigos del coro que va tras él. Bajo la luna el Cristo de la Sangre en su impresionante paso dorado de aleja de Santa María y miles de rondeños le esperan asentados en los alrededores del Puente Nuevo.