Un año mas procedemos a un nuevo caminar y casi he perdído la cuenta. Los rocieros de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de la Villa de Rota peregrinarán este sábado con sus gentes
hasta la aldea del Rocío por caminos de Doñana. Un colectivo de personas que ataviada con ropa cómoda y con la vara de retama en mano caminarán por los senderos del Parque Nacional de Doñana hasta arribar a la aldea onubense el domingo alrededor del medio dia.
Todo se ha preparado con sumo detalle, reuniones previas en la Parroquia de Ntra del Carmen, datos del recorrido, preparación de enseres y a partir en peregrinación por las arenas semi-húmedas del Parque Nacional.
Serán las 8:00h de la mañana del sábado 18 de Noviembre cuando, tras la misa matinal dará comienzo el peregrinar por esos caminos verdeados,
llevando como estandarte la fe y por bandera el respeto y amor a los demás. Tras la misa matinal, viaje hasta Sanlúcar de Barrameda y a renglón seguido embarcar para cruzar el Guadalquivir, cuestión de minutos, sobre las 9.20h de la mañana se efectuará el embarque en las barcazas de Cristóbal. Una vez cruzado el río Guadalquivir y a la entrada del coto en Malandar toca rezar, escuchar las palabras del hermano mayor, Rafael Caraballo Márquez, algunos consejos y a caminar, mientras los vehículos de apoyo se ubicarán en tramos de las vereas de Doñana donde han de esperar la llegada de los peregrinos para ofrecerles líquido o frutas...
Más de 200 peregrinos (mujeres y hombres) harán el camino en este nuevo peregrinar.
Las vivencias han de ser dignas de tener en cuenta, la paz del coto, la tranquilidad, la convivencia, el silencio y como sintonía musical de fondo el trinar de los pájaros a veces o el murmullo que genera el viento.
El río será testigo mudo del cruce de los peregrinar roteños hasta la aldea con Doñana por delante con su arboleda enalteciendo el bello paraje de la Rosina. Rota merece la pena, es ejemplo de metodología aplicada para quienes caminan, equipos humanos de apoyos cada 500 metros, donde no faltará el agua, frutas, ni nada por el estilo, con varios grupos de apoyo. Desde que se desembarca en la otra orilla comienza el caminar desde Malandar hasta Marismillas de un tirón,
gente joven y menos joven andando por las duras arenas paso a paso hasta tomar el primer refrigerio sentados bajo un árbol junto al Palacio de la Marismilla, un lugar coqueto, lindo, bien preparado para las visitas de rigor. Tras el descanso vuelta al camino, tiempo de caminar visualizando el
tremendo paraje marismeño autentica mansión ecológica de la Andalucía baja donde los pájaros disfrutan y descansan en etapas preestablecidas.
Desde Marismilla hasta las Lindes, otro tirón largo donde se ha de producir tras el desgaste fisico cuerpo cansados, esfuerzo denodado por avanzar, no quedarse atrás, cada persona llevan en sus adentros el por qué de tanto esfuerzo, si merece la pena, si se andaba y caminaba por las duras arenas con motivos concretos, ellos y solo ellos saben porque hacen caminos por veredas, senderos y duras arenas. Los coches de apoyo han de estar a la altura de una cita preestablecida por la hermandad donde nos espera Palacios, lugar donde se descansa haciendo noche aunque previsiblemente será una noche un tanto gélida sin cobijo de arboleda en ese inmenso paraje marismeño allí se hace de noche tras la llegada ya que con el cambio de hora cuando se arriba a Palacios el sol es autentico ocaso.
Allí les espera los miembros de la
Junta y Antonio Fénix para ofrecerles café y un caldo de puchero para recuperar fuerzas. Tras ello tocara montar las casas de campañas para pernoctar y algo más tarde se rezará el santo Rosario ante le escueta iluminación de unos cirios encendidos. No obstante la noche podrá ser un cántico a la plegaria y un rezo a la Señora, tras unas horas, pocas, la noche solo invitara a estar dentro de la casa de campaña y tras ello volver a caminar al dia siguiente cuando el alba casi despierta se reanuda el lento caminar hasta el alcornocal donde tras pasar uno de los cancelines se descansa para reagrupar a los peregrinos. Horas antes del amanecer estará Antonio Fénix preparando el café, el caldo de puchero para que los peregrinos tomen un sorbo y con ello comenzar a caminar.
Nuevas paradas para un refrigerio, y toca desayunar cerca de la Canaliega junto al mismo abrevaero. Allí descanso recostado entre la arboleda que rodea la raya, las arenas duras harán de las suyas sobre esos cuerpos exhaustos tras largas horas de incesante caminar.
La meta será fin de encuentro con la Señora, la aldea se divisará a lo lejos, un paraje de blancas casas alegrará el semblante de los rocieros, la aldea estará a un paso, se llegara al cancelín de Manecorro cuando el sol este en todo lo alto. Junto a la Ermita esperaran familiares, bondad por doquier, gente joven y una Ermita repleta de fieles que van y vienen para verla, tenerla cerca aunque en esta cita solo el Simpecado de Almonte presidirá la homilía ya que
se encuentra la imagen de la Santísima Virgen del Rocío en restauración. Con esta nueva cita peregrina se pondrá el punto y final a la peregrinacion de este año 2023 deseándoles a todos los peregrinos un grato y feliz caminar hacia la Tierra Prometida de Maria Santisima.
El peregrino lleva vara de madera, en su punta una cinta verde y blanca, algo de romero, semblante alegre y pensamiento de estar en la Rosina.
Un año más la aldea será punto de encuentro de los peregrinos roteños por Doñana.