Que el nombre de San Fernando suene en toda España por tener un festival de música de la calidad del Bahía Sound cuenta con el apoyo de toda la población. Pero que el Bahía Sound se convierte después de las actuaciones en una molestia para toda una ciudad es lo que está ocasionando las críticas y quejas de gran parte de la ciudadanía que no puede conciliar el sueño hasta las cinco de la mañana, aunque tenga que trabajar a las ocho.
Ese es el problema que se plantea en las redes sociales y todo tipo de conversaciones. La programación del festival no estorba porque las actuaciones terminan a una hora prudencia para un mes de verano y vacacional. El problema viene cuando comienza la segunda actividad programada por los organizadores.
Esto es, la conversión del recinto en una macrodiscoteca al aire libre con la música mucho más alta de lo razonable que con el viento se cuela por las puertas y ventanas abiertas de las madrugadas veraniegas.
Las quejas no sólo vienen de la ciudadanía. Es bien sabido que también los hosteleros se han quejado al considerar que el horario de actividad del recinto de Bahía Sound sobrepasa lo que indican las normativas, por lo que se produce un agravio comparativo.
Lo que debería de verse como una buena iniciativa porque hace que muchos jóvenes de San Fernando se quede en la ciudad y no esté circulando por esas carreteras de noche buscando fiesta en otras localidades, se puede armonizar bajando un poco (o un mucho, teniendo en cuenta el volumen de la madrugada de este sábado) el volumen de la música. O sea, que solución al problema, hay.
