Un día presentó una candidatura a la presidencia del San Fernando CD con todas las de salir y salió y al día de hoy trabaja en una pretemporada que pretende que cuaje en un equipo con personalidad y que no sólo pase por Segunda B, sino que se quede. Tiene claro que la permanencia no es suficiente y lo que ha dado de sí el equipo, a la espera de más refuerzos, es esperanzador.
—¿Tiene usted por delante una tarea dura. Lo del pozo de la Segunda B no es un eufemismo, es una realidad por lo que cuesta salir para adelante como por lo que cuesta mantenerse. Jugadores profesionales, desplazamientos más largos… ¿Cómo se va a afrontar?
—La diferencia entre Tercera y Segunda B, aunque ésta es una división más atractiva, de capital de provincia, es cierto que aproximadamente la Segunda B es un 40 por ciento más cara que la Tercera teniendo prácticamente los mismos ingresos. Es muy difícil concienciar a los aficionados de que su equipo ha subido de categoría y de que el carnet de socio va a costar más, y más en la época que vivimos. Pero hoy en día no hay proyecto fácil. Quizá el hecho de que sea nuestra vuelta a Segunda B nos hace todavía más responsables de lo que éramos al tomar las riendas del proyecto.
—Llevan ustedes tres años fraguando este proyecto, se supone que tendrán todos los cabos atados. Yo no los veo, salvo que usted explique a los aficionados cómo se va a hacer frente a esos gastos y no se va a terminar de mala manera como se terminó o como se terminaba el paso por Segunda B, que era volviendo a Tercera al año siguiente.
—Realmente nosotros en Segunda B, aunque la gente haya disfrutado de los partidos de Segunda B, el equipo nunca ha estado en Segunda B. Ha pasado por Segunda B. Cuando tú llegas a un proyecto en el que hay una deuda que no puedes sacar a flote, no estás participando. Actualmente el club está fuera de deudas y los compromisos que quedan pendientes de pago del año anterior son salvables. No hay club en el mundo, ni los grandes ni los pequeños, que puedan acertar con un presupuesto y se lo explico. Nosotros hemos cerrado en el mes de julio un presupuesto de gastos, y los sabemos seguro, pero hasta agosto no vamos a saber los ingresos. Hay que cerrar una plantilla, muchos compromisos y hasta final de agosto no vas a saber cuántos socios se han hecho, qué publicidad hay comprometida… Para no equivocarte lo que haces es basarte en el presupuesto anterior y con esas cifras jugamos.
—¿Usted también piensa que un club de fútbol debe de llevarse como una empresa?
—Es que es una empresa. Cuando contratamos al entrenador una de las cosas que se comentaba eran las primas por objetivos y me planteaba el de la permanencia. Yo le decía que una permanencia no es un objetivo, es una obligación. Si esto es una empresa y su objetivo es no cerrar, no es una empresa real, es una ONG. Y nosotros no somos una ONG. Tenemos una infraestructura enorme y muy sólida que ahora mismo es la envidia de la provincia y que ningún equipo la tiene.
—El San Fernando CD tiene que lidiar con dos problemas. Uno, los propios de la Segunda División B. Otro, la apatía tradicional de San Fernando. Ya están diciendo que los abonos son muy caros y que no se va a llegar los 2.000 socios para que el proyecto sea económicamente viable y sin sobresaltos…
—El fútbol nos ha demostrado que bajar los precios no significa que vaya más gente. El que quiere ir al fútbol va a ir y se va a buscar la fórmula para ir, con los pagos aplazados y demás. Y me sorprende que me diga que en las redes sociales se dice que es caro porque yo no he escuchado a nadie decir que los abonos son caros. ¿Que hay comentarios en las redes sociales? En las redes sociales nunca se sabe de quién viene el comentario.
—¿Usted cree que para llegar a esos 2.000 socios hay que trabajar más en ilusionar a la gente que en bajar los precios? ¿O mejor las dos cosas?
—Bajar el precio significa que tienes que bajar el presupuesto. Es muy cierto que contamos con un activo importante que es la seriedad del proyecto. La gente se agarra a un proyecto serio en el que se sienta seguro y sepa a dónde va. Cuando tú no das una seguridad al socio para que se sienta que lo que tiene es algo real, la incertidumbre crece. Pero es verdad que el fútbol está por encima de todo, maneja muchos sentimientos y no tiene la influencia que otro deporte. Si muestras un proyecto claro y transparente y todo lo que salga de más será bueno para el club, las cosas van saliendo poco a poco.
—Mientras más socios haya, más barato se puede poner para el año que viene.
—Ojalá terminemos el año bien, que estamos convencidos para que el año que viene podamos ofrecer más. Y eso no quita que lo podamos hacer este año, porque el proyecto es muy, muy interesante y atractivo y la gente va a estar muy contenta.
—Se está contratando a gente muy buena que cuesta cara. Hace un par de semanas hablaba con el mejor portero que ha tenido La Isla y vaticinaba que van a desaparecer muchos equipos de Segunda B, de Tercera… que hay que cambiar la mentalizad y que a partir de ciertas categorías la profesionalización debe quedarse a un lado. En cierto modo es llegar a la cantera, en donde deben de estar basados este tipo de clubes, formar futbolistas de futuro para que el día de mañana integren un equipo lo más isleño posible.
—Sin duda alguna, el fútbol va evolucionando a pasos agigantados y no tienen nada que ver los presupuestos de ahora con los de hace cinco a diez años. Los clubes modestos tienen ahora una oportunidad importante porque jugadores de cercanía y que tengan un seguro de cobro en un club ya no miran el escudo tanto como antes. Nos han venido jugadores que tenían empresas superiores, pero aquí encontraban seguridad, cercanía con sus familiares… y la verdad es que no es tanto como se está diciendo. Casi al cien por cien seguro, vamos a bajar incluso el presupuesto que teníamos en Tercera en relación a los jugadores. Aunque la gente no se lo crea. De hecho, con lo que tenemos contratado estamos por debajo y como mucho se va a igualar, pero nunca por encima de lo que teníamos en Tercera.
—Insisto en lo de la cantera. ¿Se está cuidando? Y no me refiero sólo a que haya equipos inferiores, sino si se está aprovechando el potencial de esos equipos, aunque es cierto que cuando salen buenos se los llevan los equipos grandes.
—Los jugadores que son buenos de la cantera viene los clubes más grandes y se los quieren llevar y nosotros no tenemos derecho a impedirles que puedan triunfar en un Sevilla, un Valencia…
—Además de que sería inmoral.
—Y legalmente no podemos hacerlo. Dicen que no se cuenta con la gente de La Isla. Sí se cuenta si son buenos y mientras no tengan la oportunidad de irse. Pero el que es bueno ya tiene la puerta abierta, aunque vuelven después con los años. Para que eso no ocurriera el club tendría que estar entre la Segunda B y la Segunda A y ahí es donde el jugador se plantea estar en su casa, económicamente le permite vivir y estar en un club donde puede aspirar a cotas mucho mayores. Mientras vengan equipos grandes es inviable. No es que nosotros no queramos, todo lo contrario. El técnico y cualquiera sabe que el jugador local que tu contratas en tu equipo te va a dar un plus de sacrificio, de motivación, de implicación…
—Además de que lleva al estadio a su padre, a su madre, sus tíos, abuelos… Y pasemos a dos temas fundamentales. ¿Un club de fútbol tiene que tener ayuda municipal? ¿Por qué?
—Sin duda. Tenemos a un club vecino, el Cádiz, que este año juega en la misma categoría, y las ayudas que recibe siendo una Sociedad Anónima Deportiva son inmensas. Nosotros siendo un club de fútbol, que pertenece a los socios que son todos ciudadanos de San Fernando…
—¿Pero si el alcalde de San Fernando es del Cádiz…?
—Yo estoy seguro de que no es del Cádiz. Ha estado en Cádiz y puede haberle cogido cariño, pero es una persona de San Fernando y le tiene que doler el equipo de San Fernando igual que al que más.
—¿Le está doliendo al alcalde de San Fernando el equipo de su pueblo? Me refiero al martín martín…
—Sin duda. Nos está ayudando muchísimo dentro de las circunstancias que todos debemos tener muy claro que no son fáciles y hay muchas cosas que hacer aparte del fútbol. Pero muchas veces en el fútbol no es cuestión de dinero, sino de hacer una gestión y una llamada del alcalde no es una llamada mía. Si llama él lo mismo lo que queremos nos sale más económico o incluso gratis.
—Dentro de la misma pregunta, ¿Por qué un club de fútbol o una SAD tiene que tener una subvención con dinero de gente que no le gusta el fútbol?
—Porque es como una asociación de vecinos, como una hermandad, sin ánimo de lucro y de gente de San Fernando. Somos la entidad sin ánimo de lucro en San Fernando que más gente mueve. Si tenemos mil niños en las escuelas, en la cantera, dos mil padres, más los socios que tendremos 2.000 este año si Dios quiere, más toda la parafernalia que se mueve alrededor de fútbol… eso no lo iguala ninguna asociación de San Fernando. Y no es una Sociedad Anónima Deportiva, que es una empresa a todos los niveles, aunque se hace. En nuestro caso se debería hacer mucho más.
—La otra cuestión, que no sé si ya está solucionada, es la del campo, Sacramento o Bahía Sur.
—Eso está solucionado. Nuestro campo debe de ser Bahía Sur y más en una categoría de Segunda B, principalmente porque el césped es natural y hay mucho equipo que no quieren jugar en césped artificial. Incluso para el desarrollo del juego, hay más lesiones en un campo de césped artificial. Y porque la capacidad del campo de Bazán no da. Sería ideal, porque yo recuerdo el campo Marqués de Varela y como se veía allí el fútbol no se veía en ningún lado. Las pistas de atletismo tiene un proyecto para eliminarlas y algún día se hará. Ahora la situación económica no lo permite pero el proyecto está ahí y cuando están, suelen hacerse. Y tener un estadio de fútbol, que haya cercanía. A mí hay gente que me comenta que no pueden ir porque no ven el fútbol. A cierta edad cuesta trabajo ver lo que pasa en el campo.
—Por cierto y aunque los partidos de pretemporada son para otras cosas, ¿cómo está viendo al San Fernando en estos dos primeros ensayos con equipos de Primera?
—La pretemporada hay que valorarla en su justa medida, pero no podemos olvidar que en equipos de Primera División como el Betis y el Sevilla hay jugadores que tienen que dar el doscientos por cien porque tienen que demostrarle al entrenador que puede contar con él, o porque están a prueba, o renovar el contrato… Yo creo que es una valoración justa aunque nuestra realidad empieza el 26 de agosto, la Liga. Pero que nos quiten lo bailado. Para nosotros fue un día importante, un día feliz el día del Sevilla, nos han llovido buenas críticas y las gente está muy ilusionada. Está viendo que bloque está siendo muy sólido, que el fútbol que se está haciendo es muy pragmático, serio… y eso es fiel reflejo de cómo se trabaja.
—A mí me encantó que le ganara al Sevilla. Viva el Betis manque pierda.
