El tiempo en: Aljarafe
Martes 12/11/2024
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

San Fernando Cofrade

José Martín Pérez llama a las puertas de la Semana Santa con el pregón

El alfa de la Pasión y el omega, representado en el paso de la Virgen de la Soledad, que se encontraba sobre el escenario, el pregonero de la Semana Santa hace gala de la ilusión con la que ha preparado su intervención.

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Pregonero. -

Compases de Cordero de Dios de Ricardo Dorado, en recuerdo de la sacramentalidad de la cofradía del Prendimiento, de la que es hermano el pregonero, abrieron los prolegómenos de un pregón que despertó gran expectación y que contó además con un guiño a la efeméride de la coronación de la Macarena, con la interpretación de Macarena de Cebrián.

Eran unos prolegómenos que precedían al descubrimiento de las cortinas del Real Teatro de Las Cortes ante la sorpresa del público. Décadas después de que se pregonara la Semana Santa en el Cine Alameda y se descubriera el palio de espaldas de la Virgen de las Lágrimas, el escenario del coliseo isleño mostró el Alfa y el Omega tan repetido por el pregonero en los actos públicos previos al Pregón. Y el Omega era el paso de la Virgen de la Soledad sobre el escenario y también de espaldas, como si se repitiera esa estampa del final de la Semana Santa de varias décadas, hasta la procesión de la Resurrección.

El recuerdo al ex comisario y hermano de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario que fallecía en la jornada del sábado y que recibía sepultura en los mismos momentos, Antonio Sánchez Cepero, por parte del arcipreste, marcó los inicios.

La marcha El Cristo de la Lanzada, de Rafael Márquez Galindo, que vivió en una casa aledaña a la que hoy vive el pregonero de la Semana Santa, fue el auténtico prolegómeno de las intervenciones.

Juan José Castiñeiras Bustillo, fue el encargado de dar a conocer al pregonero, desde su niñez hasta nuestros días, repasando su trayectoria cofrade como hermano del Prendimiento, recordando su programa en Radio La Isla, el Respiradero, y su trabajo en el semanario La Cuestión y grupo Información, además de su etapa como cargador y capataz de la cuadrilla del Mellao. Castiñeiras, luciendo la venera de Afligidos sobre su pecho, no dudó en resaltar lo orgulloso que estaría el padre del pregonero , fallecido en 2009, al verle sobre el escenario de Las Cortes.

Tras la clásica marcha Amargura, el vocero tomó la palabra con bellos versos, no sin antes colocarse su venera de cofrade del Prendimiento.

” La Pasión llama a tus puertas,

¿a qué esperas?

Ábrelas con ilusión y despierta

¿No oyes cómo repican las campanas

de las iglesias, los conventos y las capillas?

Así el pregonero llamó a las puertas de una nueva Semana Santa, a los corazones de los cofrades. Dedicó el pregón a su padre, no sin antes aportar algunos signos destacados en el pregón como la intervención de vocalistas del coro San Juan de la Cruz, con el canto de Resucitó, de Kiko Argüello, o niños de Cristo Rey, con palmas de Domingo de Ramos, gritando “queremos salir” y recordando esos instantes previos de la salida de la Borriquita, acompañado además con sones de cornetas y tambores desde el exterior del teatro, que arrimaba la vivencia de la Semana Santa.

Y como apuntaba el pregonero, las campanas de la iglesia Mayor también sonaron para anunciar la llegada.

“La Pasión llama a tus puertas,

¿a qué esperas?

Ábrelas con ilusión y despierta

¿No oyes cómo repican las campanas

de las iglesias, los conventos y las capillas?

Me encargan que os anuncie,

como ya lo hacen las campanas,

que falta muy poquito:

que sólo falta una semana.

Es teatro, solemnidad,

algarabía y sonanta.

Es historia, pura y bonita,

tradición: Semana Santa.

Es verdad,  luminosa jornada

que confirma por  los rincones,

que es inminente 

la anhelada llegada.

Coge el cirio penitente,

déjalo caer en tu cintura,

que no hay mayor hermosura

que un cofrade nazareno silente,

dando ejemplo en las calles,

con tan particulares hechuras,

como anual y tradicional detalle”.

El pregonero, que levantó en varias ocasiones los aplausos del público, ha evocado su etapa de joven estudiante y recreó una imaginaria red social de hace 25 años.

Evocando una época dorada del mundo cofrade isleño, Martín Pérez, destacó en esa red social imaginaria las relaciones de los cofrades de aquella época, las fotos, los vídeos y cómo “Los primeros escarceos cineastas  tuvieron como protagonista al  tomavistas. Gracias  a  ello  y  al  celo  de  sus  autores,  puede  verse  cómo  todo  ha  ido evolucionando”.

No se olvidó del sacrificio de la mujer cofrade, y así manifestó que “Conocemos el sacrificado papel desempeñado por la mujer del cofrade pero… nos  hemos parado a pensar ¿qué infinito valor tiene el sacrificio de la mujer cofrade del  cofrade?” Fue el prolegómeno para pedir a su esposa que retomara la tradición familiar de vestir la túnica de Columna, después de años de sacrificio familiar.

Así llamó a su hijo al escenario, y le dijo: “Bueno Gonzalo  hijo,  quédate  un momentito  aquí.  Este Domingo  de Ramos  tengo  que  abrir  las  puertas  de  La  Salle.  Sí,  papa  tiene  el  inmenso  honor  de  descorrer  el  cerrojo  lasaliano  para  que  Cristo  Rey  salga  al  frente,  y  sin  que  se  mueva un solo pliegue de su mantolín, mire a un lado y al otro comprobando que no falta nadie; que La  Isla vuelve a  las calles en Semana Santa, siempre  junto a su  Madre,  la  Virgen  de  la  Estrella,  la  niña  de  cara  morena,  sin  lágrimas  y  olor  de  azucena,  joven  y  hermosa  hebrea  que  enamorará  una  vez  más,  a  la  brisa callejolera. 

Alejandro y tú me tenéis que acompañar para ayudarme a abrir las puertas de  los Hermanitos, porque papa tiene una deuda inmensa con vuestra madre y es hora  de saldarla. Toma, cuando bajes le entregas esto a tu Madre y le dices a mi Reina,  que este Domingo de Ramos  tiene que acompañar  revestida de antifaz morado y  blanca túnica reluciente, a su Virgen de las Lágrimas.  Esta es su papeleta de sitio.

Dile que recupere esta bonita y familiar costumbre de los Gurría, interrumpida por el  celo  cumplimiento  de  sus  responsabilidades  como  esposa  y  madre,  y  por  el  egoísmo  de  vuestro  padre,  cegado  con  una  almohada  bajo  el  brazo”, declaró.

Bellos versos dedicados al paso de palio o un gesto sobre el encendido de una vela como lágrima de vida. Martín Pérez, destacando las advocaciones de las vírgenes de la Pastora, recordó la campaña abanderada por la Archicofradía de Medinaceli para demandar donantes, mientras un servidor, encendía una de las velas apagadas del candelabro de cola del paso de la Soledad.

Lágrimas de vida y al donación de órganos

“Lágrimas de vida, a través de una candelería. Lágrimas de vida: la historia en  la que el dolor de unos padres se convierten en Esperanza. Aquí en San Fernando, no hay que irse muy lejos, cada Lunes Santo el andar primoroso de la Virgen de la Trinidad ilumina con fuerza, y llama a la conciencia por la necesaria solidaridad del cristiano,  como  gesto  de  generosidad  verdadera.  Muchos  cautivos  de  la enfermedad  necesitan  el  rescate  de  una  donación.  Seamos  generosos.

Convirtamos las lágrimas de la vida en la salud por todos deseada”, solicitó el pregonero.
Una imaginaria conversación con Dios, en una voz grande como la de Antonio García Barbeito, a través de la megafonía del teatro. En dicho diálogo, el pregonero manifestaba “Para mí lo eres todo Señor, y especialmente en este día. Me lo facilitas todo.

La  vida, mi  familia,  gente  cercana,  gente  pasada,  presente  y  futura. Gente  difícil, que  dificulta  el  transcurrir  de mi  vida,  pero  con  tu  ejemplo  seguimos  el  camino, siempre el camino señor, la senda de tu vida y tu ejemplo por siempre”.

Y por las enseñanzas del Maestro, el pregonero animó a “Sólo  depende  de  nosotros. Mantengámonos  pues  despiertos,  con  nuestros ojos  bien  abiertos  y  éste  de  aquí…este  que  se  encuentra  aquí  en  el  pecho palpitando que así siga, por siempre presto y dispuesto. Admitamos más historias y seamos  receptores,  sin miedo  de más  rostros  con  nombres,  rostros  con  nombre que  nos  ayuden  a  ser  auténticos  y  rebosantes  de  plenitud  de  gozo,  trabajo, sacrificio y honestidad.

Con ese horizonte, salgamos a  la calle a diario, como si cada  jornada  fuese Semana  Santa.  Con  la  misma  ilusión  y  ganas.  Motivación  de  cristiano.  No ocultemos nuestros signos, que se sepa que somos leales seguidores  de nuestra Fe”. 

La hermana Cristina y el cielo cofrade

No faltaron bellos versos dedicados al 75 aniversario de la hermandad de los Afligidos, el recuerdo a Tito Collantes o a Papardi.Recordando a cargadores de La Isla, en un diálogo imaginario entre la hermana Cristina y Papardi, este cargador fallecido el pasado año y creador del pasito holandés, le respondía “¡Vaya  cuadrilla  hay  aquí  arriba!  Nada  más  llegar,  un  revuelo  se  ha  montado. Cuadrilla de viejos y nuevos, de los de antes y los de después. De gente que lleva tiempo  y  de  otros  que  alcanzaron  la  gloria  eterna  hace  muy  poco.  Cuadrilla  de hombres de Dios que siempre ofrecieron un  trozo de  la salud de sus espaldas, a cambio de un jornal para sus casas o como fieles participantes del mantenimiento de una tradición”.

Ese diálogo de la hermana Cristina, sirvió para homenajear a la hermandad de la Misericordia y al Carmelo isleño.

No faltaron las recreadas emociones del acto vivido en la víspera del pregón, como el traslado en los brazos a la cruz para su exposición en este Domingo de Pasión. “Me  regalaste  Señor  crucificado,  junto  al  Mayor  Dolor de Tu Madre,  la oportunidad de  llevarte, a pesar de mi cuerpo  lastimado. Y tuviste que ser Tu, el que todo lo puede, el que tuvo la genial idea de encargar al Espíritu Santo que iluminase la decisión sobre mi designación como pregonero de esta Semana Santa.

Yo  he  llevado  al  Hijo  de  Dios  en  mis  brazos  y  lo  he  podido  abrazar, compartiendo  la  frialdad de su cuerpo y sintiendo su dolor  inmaculado. He podido hacerme una  idea qué pudo sentir  la Virgen cuando  lo  tuvo entre sus manos. He cargado  con  años  de  historia.  Privilegio  de  hermanos  comprometidos.  De  rancia devoción  de  antaño.  He  tocado  con  mis  manos  el  cuerpo  del  Señor  y  lo  he depositado sobre la Cruz Verdadera como inerte Crucificado. He portado el Cuerpo del  Señor,  besado  y  venerado,  a  lo  largo  de  siglos,  por  devotísimos  hijos  y hermanos”, destacó el pregonero. 

Después de bellos versos dedicados a su cofradía del Prendimiento y al barrio del Parque, el pregonero tuvo también palabras para su calle Ancha y a sus vecinos como el que fuera gran músico Rafael Márquez Galindo o de otro pregonero de la Semana Santa como Juan José Romero o de Eduardo Martínez Pérez.

“Mi  calle  no  es  ancha,  es    plenitud.  Reflejo  adoquinado  en  noches  de  luna llena. Mi calle,  tu calle, es calle Ancha. De  vecinos anfitriones, que amablemente invitan  a  todo  un  pueblo  para  que  la  inunde  y  vea  pasar  las  procesiones. Ancha viste sus galas en Semana Santa, y sus almenas se preparan; los naranjos relucen brillantes,  con minúsculos  lunares,  que  son  azahares  blancos  inmaculados,  como artísticos pespuntes sobre el verde bordado, cual terciopelo natural”.

El recuerdo a Ignacio Bustamante
No faltaron en el inicio los versos dedicados a todas las cofradías, el recuerdo al beato Marcelo Spínola, y cómo no a Ignacio Bustamante Morejón. Así, el pregonero, con los sones de El Cristo de la Lanzada, interpretada con violonchelo, manifestó  “Seré  tu  Hermano  Mayor,  seré  el  último  hermano,  lo  que  sea,  pero  Gracia  y Esperanza, mi vida, mientras que yo  tenga aliento en mi corazón, no saldrás a  la calle sin mí, y cuando no pudiera Madre mía, cuando no pudiera no  te olvides de este cofrade  tuyo que antes de venir al Pregón de la Semana Santa, ha procurado pregonar tus maravillas en la noche de mi vida que es día al verte.

Gracia y Esperanza, mi vida, mi corazón es tuyo Gracia y Esperanza, yo ya no estaré en este mundo cuando bajes sin mí la calle Ancha…” y el foco del teatro iluminaba un centro del escenario vacío. El vacío dejado por el fallecimiento de Ignacio Bustamante. Fue entonces, cuando una saeta intepretada  tras el paso de la Virgen de la Soledad y dedicada a la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada, interpretada por Miguel Alías Collantes.

Tras el emocionado momento, fue el turno de las palabras dedicadas al Regidor Perpetuo y a un nuevo canto de ‘Resucitó’, a cargo de las voces femeninas del coro San Juan de la Cruz.
En la recta final del pregón, José Martín Pérez recordaba que “Por delante siete días de Pasión, como siete son los dones que nos regala el Espíritu Santo: sabiduría, ciencia, consejo, piedad, temor de Dios, entendimiento y fortaleza, son los dones que al hombre más dócil convirtieran”.
No faltó el detalle rociero del pregonero, así, finalizó el pregón con sonido de flauta y tamboril y la marcha Rocío, interpretada por la Banda Sinfónica de San Fernando, bajo la dirección de José Ribera Tordera.

“Querido cofrade cañaílla, cuando la Pasión llama a tus puertas y repican las campanas  de  las  iglesias,  los  conventos  y  las  capillas:  querido  cofrade  cañaílla, esta es nuestra comunión como cristianos y cofrades; esta es la comunión y el nexo que nos hace comulgar con nuestra Fe: haz, cumple; hagamos, cumplamos con lo dictado  para  que  el Cuerpo  de Cristo  te  guarde, me  guarde,  nos  guarde  a  todos para la Vida Eterna. Amén”.

Así culminaba un pregón donde no faltó siquiera una petalada y donde el pregonero logró que dos horas de pregón no resultaran largas para el público, haciendo gala de sus grandes dotes de comunicador, entre los aplausos de un público, dispuestos a seguir viviendo el Domingo de Pasión.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN