El delegado de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, ha expresado el pesar de la Administración andaluza por la muerte, supuestamente a manos de un compañero, del isleño Juan Manuel Marchante Martínez que trabajaba como vigilante de seguridad en un atunero vasco que faenaba en aguas del Índico. Según ha indicado, su repatriación está pendiente del desarrollo de la investigación.
A preguntas de los periodistas, López Gil ha lamentado esta "situación dolorosa" y ha manifestado que la Junta está "a disposición de la familia" del fallecido para lo que necesite. Asimismo, ha resaltado que, tras conocerse los hechos, la Junta de Andalucía, el Gobierno central y el Ayuntamiento de San Fernando han estado "en coordinación" y en "interlocución permanente".
Sobre la repatriación del cadáver del isleño, ha comentado que no puede indicar una fecha porque "aún no ha terminado la investigación" que, además, está "bajo secreto".
Como se recordará, los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, cuando un vigilante de la empresa de seguridad privada
Seguribérica a bordo del atunero vasco
Txori Gorri presuntamente acabó con la vida de un compañero al que disparó, y después se suicidó cuando navegaban en aguas de las Seychelles.