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Viernes 15/11/2024
 

San Fernando

Menos mal que no ha habido que lamentar una catástrofe... todavía

Los camiones pesados que trasladan los vehículos anfibios de la Infantería de Marina deben atravesar la ciudad a falta de un enlace desde Tres Caminos.

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  • Foto tomada en 2011 con el camino para construir el nuevo puente. -

La frase que da lugar al titular es literal, pronunciada por un alto mando de la Marina. Pero se refiere a un peligro latente que sin embargo no se arguye a la hora de defender una infraestructura básica tanto para el astillero de Navantia como para el Ministerio de Defensa. Y concretamente para la Infantería de Marina basada en San Carlos.

Las maniobras que los militares realizan en el campo de El Retín, en Barbate, se hacen con los vehículos anfibios pesados que tienen que ser trasladados en camiones específicos mucho más pesados que los vehículos.

Esos traslados, hasta ahora, se hacen por la carretera a la Carraca, pasando por la barriada Bazán, por el puente del Gran Poder y por rotonda de la Venta de Vargas. O sea, por una carretera en la misma ciudad antes de incorporarse a la CA-33.

Un convoy de esas características supone un peligro para la circulación habitual y sin embargo sigue atravesando la ciudad a la ida y a al vuelta -menos intrincada- de las maniobras.

 “Lo bueno es que no ha ocurrido ninguna catástrofe todavía” es un aviso a navegantes y un argumento que añadir a las ventajas de esa carretera desde el polígono industrial Tres Caminos hasta el Puente de Hierro, que es donde encuentra los problemas medioambientales y administrativos.

A ello se une el otro peligro, que es diario, del tráfico intenso a la entrada y salida del trabajo que sólo tiene una vía de escape y que obliga a circular por la ciudad a centenares de personas que con la carretera en cuestión ni siquiera tendría que entrar en San Fernando.

Todos los trabajadores de Cádiz, Puerto Real, El Puerto de Santa María o Chiclana o los militares que viven en otras poblaciones de la Bahía se ven obligados a circular a ralentí por la misma carretera convirtiendo la circulación en esas horas en un calvario, tanto para ellos como para los vehículos que circulan por el límite del casco urbano.

Lo económico es anecdótico

Con ese peligro latente hasta se queda en segundo plano el otro argumento que siempe ha estado sobre la mesa, el de los costes del 12 por ciento del transporte de materiales a la factoría de Navantia.

Lo único que salva de empeorar la situación, si a la boca del embudo por el que va y se viene a la Carraca y a la población militar de San Carlos se le suma la situación de Tres Caminos, es que las salidas y entradas al trabajo no son en fines de semana, cuando en verano se forman los atascos a la entrada de San Fernando por las carencias de infraestructuras.

Por todo ello e incluidos los accidentes que se producen en la zona, se trata de actuaciones que cuentan con un extraordinario apoyo de todos los partidos políticos -incluido el PSOE que comenzó negándose a la Tres Caminos-Carraca y al final se sumó- pero también de las que menos porvenir tienen en las previsiones de los Gobiernos de Madrid, sean del color político que sean o que haya sido hasta ahora.

Si a eso se une el cruce de competencias en materia de carreteras, todo hace indicar que habrá que esperar al menos hasta que haya que modificar la premonitoria frase en cuestión.

 

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