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Sábado 09/11/2024
 

San Fernando

Si los niños pudieran se irían de La Isla como se fueron los jóvenes

La falta de una oferta de ocio para todas las edades en San Fernando ha llegado este año a tocar fondo olvidando tanto a mayores y como a pequeños.

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  • La Isla Encantada de 2018 a la espera de fecha para este año, si la hay. -

En el mes de agosto de 2009 Fernando López Gil, entonces portavoz del PSOE y ganador de las elecciones municipales de 2007 -aunque no gobernó- acusó al gobierno formado por andalucistas y populares de haber convertido el Islaverano en Nadaverano. Auguraba, además, que una vez que se acercaran las elecciones de 2011 el bipartito programaría todo lo programable con fines electoralistas mientras que los dos años anteriores pasaban sin pena ni gloria.

Se cumplió pero no era un augurio difícil. Los gobiernos municipales de San Fernando, desde el 1989 que tuvo lugar la moción de censura a Avelino Arias y sobre todo desde 1991 con la primera mayoría absoluta de Antonio Moreno subido sobre la inminente apertura de Bahía Sur y la reinauguración del Teatro de las Cortes con los Reyes de España en las calles de La Isla, esto ha funcionado así.

Los gobiernos municipales generalmente andalucistas dejaban los dos primeros años del mandato casi en blanco mientras que los dos últimos y sobre todo el anterior a las elecciones eran máquinas de programas espectáculos -de eso se trata hoy- en las dos versiones que manejaban para cada ciclo.

Esto es, los dos primeros años de mandato, los gobiernos de Antonio Moreno consideraban que era mejor programar actividades más familiares y en diversos puntos de la ciudad, mientras que en los dos últimos los grandes conciertos eran los instrumentos necesarios para proyectar la ciudad fuera del puente Zuazo.

Eso sí y hay que reconocerlo. Los niños tenían su programación específica en todos los ciclos y los títeres en la plaza del Rey o de la Iglesia no faltaban. E incluso se les ocurrió llevar por las barriadas otros espectáculos para que no todo fuera en el centro, aunque se trató de una ocurrencia que no se consolidó. Quizá porque se les olvidó organizarla los años siguientes.

Existía el Islaverano, una serie de espectáculos de todo tipo que alternaba todo tipo de iniciativas siguiendo la filosofía política antes comentada y en esa programación se incluía las Noches del Castillo, el teatro en el patio de la Escuela San José, en otros momentos el cine de verano y los conciertos en La Mayor que tenían lugar en la plaza de la Iglesia.

También existían de diez años para acá la Noche Blanca, que desde el primer momento se consideró un éxito pero con algunos peros como era la gran cantidad de actos en una sola noche que se llevaba un buen pico del presupuesto de Fiestas que bien podría extenderse durante varios fines de semana.

El Islaverano exitoso comenzó a decaer en 2012, cuando sólo duró 22 días debido a la crisis y a la necesidad de ahorrar de los ayuntamientos, aunque el primer teniente de Alcaldía con Jose Loaiza como alcalde consideró que había sido un programa digno.

Ahí comenzó otra época aunque desde primeros de siglo -e incluso antes- se hablaba de que en La Isla no se podía organizar nada porque el público no contestaba y era verdad. La gran sala de conciertos de verano que era el campo de Sacramento o en ocasiones Bahía Sur apenas cubría la mitad del césped, lo que resultaba ser una afluencia de entre 3.000 y 5.000 personas.

Se habla de conciertos de figuras de talla mundial en algunos casos que bien es cierto que en Cádiz se contraprogramaba con conciertos en la playa y gratuitos, en algunas de estas sonadas ocasiones. Pero tampoco la plaza de toros se llenaba con lo que traían, salvo en contadas ocasiones.

A eso se le suma otra cosa peor. La juventud de La Isla hacía tiempo que ya no se quedaba en La Isla en verano. Se iban a Cádiz, a Chiclana, a Conil… localidades costeras con discotecas (en San Fernando hace años que no existe una discoteca, una ciudad con 96.000 habitantes) y los distintos gobiernos no atinaron, aunque mostraban su preocupación por ello, con las iniciativas que pusieron en marcha para devolverlos a su tierra.

Tocando fango

Este año de 2019 ha sido la puntilla para una ciudad que sólo ha trabajado el sector del ocio en los tiempos que tocaba, cuando se trata de algo que debe hacerse de forma constante y no vale el cortoplacismo. Pero por detrás se mira y sólo queda la presencia desde hace seis años de La Isla Ciudad Flamenca, Noches del Castillo, Conciertos en La Mayor y algunas actuaciones organizadas por empresas.

Este año de 2019 se han suspendido cinco de los seis conciertos anunciados y si bien es verdad que es algo que está ocurriendo en otras poblaciones costeras porque el monstruo establecido en Sancti Petri es imbatible, tampoco ha habido programación algunos que se llame Isla Verano o de otra forma similar.

Visto el programa de este mes de agosto, pasada la Noche Blanca, la preocupación debería de ser que si hace años que los jóvenes de San Fernando optaron por irse a otras ciudades del entorno en cuanto la edad se lo permitía, ahora se vayan hasta los niños chicos (es un decir) o los padres que puedan llevarlos a esas localidades en las que programan títeres y actividades para todas las edades.

No hay títeres cada viernes en la plaza del Rey o la plaza de la Iglesia. Sólo el tren blanquito que recorre las calles y pone música al trayecto. Hay gente en las terrazas de los bares que no pueden o no quieren ir a otras poblaciones y pasa el verano sin pena ni gloria a la espera de que el Ayuntamiento organice La Isla Encantada, que será otra de esas grandes noches en las que sobrarán actividades y que se podían estirar para que duraran todo el mes de agosto.

Por cierto, esa noche para los más pequeños se celebró en su primera edición un 30 de agosto; en la segunda, un seis de agosto y el año pasado un 10 de octubre. Posiblemente porque el año pasado no se acordaron de que había que organizarlo.

En la playa sí. Al César lo que es del César. Hubo un concierto organizado por un medio de comunicación y la puesta de sol y la aportación de los chiringuitos. Pero de dinamización del centro comercial, va a ser que no. Porque no es cuestión de un día, mire usted.

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