El Museo Naval De San Fernando espera para la semana que viene la llegada del cuadro El último combate del Glorioso, pintura de Augusto Ferrer-Dalmau realizada por encargo del Museo Naval de Madrid que fue retirada del mismo y que suscitó una agria polémica entre el director del Instituto de Historia y Cultura Naval, almirante Juan Rodríguez Garat y el escritor Arturo Pérez-Reverte.
Según han confirmado a este periódico desde el propio Museo Naval de San Fernando, todo está preparado para recibir la obra que posteriormente será presentada en sociedad el proÌximo diÌa 18 de noviembre en el Museo Naval de San Fernando.
Su traslado se realizaraÌ desde el Museo Naval de Madrid, recientemente reabierto despueÌs de haber sido redefinido su discurso histoÌrico por decisioÌn del Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada. Con esta decisioÌn, la Armada persigue equilibrar el discurso en el conjunto de los Museos Navales –y en particular el de sus colecciones de arte– para ajustarlo de manera maÌs fidedigna a la realidad histoÌrica.
El cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau sustituye en el Museo Naval de San Fernando al del mismo autor Mi bandera que hoy forma parte de la exposicioÌn permanente del Museo Naval de Madrid. En este oÌleo, el pintor rinde homenaje al heroiÌsmo del granadero MartiÌn Alvarez, un soldado del Cuerpo de Batallones de Marina. Su inclusioÌn en el nuevo discurso madrileño refuerza el papel de las clases de tropa y marineriÌa, no siempre justamente reconocidas, y del propio Cuerpo de InfanteriÌa de Marina dentro de la historia de la Armada.
El Glorioso había zarpado desde el puerto novohispano de Veracruz (México) y consiguió repeler dos ataques ingleses, uno a unos doscientos kilómetros al norte de las Azores y otro más frente al cabo de Finisterre antes de desembarcar su carga en el puerto gallego de Corcubión. Después poner a buen recaudo un valioso cargamento permaneció casi dos meses en la ría de Corcubión.
Tras un intento fallido, partiría definitivamente hacia Ferrol el 11 de octubre. Estando fondeado en Finisterre a la espera de vientos favorables, un fuerte vendaval garreó el ancla del navío obligando a su capitán a dirigirse hacia Cádiz.
En su viaje, el Glorioso fue atacado sucesivamente por dos fragatas corsarias inglesas y por los navíos Darmouth y Russell, este último apoyado por dos fragatas en las inmediaciones del cabo de San Vicente.
En el transcurso de estos tres últimos enfrentamientos, el navío español desarboló una fragata, la King George; hizo estallar el Darmouth, muriendo casi toda su tripulación y dejó totalmente desarbolado y a punto hundirse el navío de tres puentes y 80 cañones Russell. Finalmente, tras agotarse la munición del Glorioso, Pedro Mesía ordenó arriar la bandera y se rindió al capitán Mathew Buckle, comandante del Russell.
Lo que representa el cuadro de Ferrer-Dalmau es precisamente los últimos momentos de el Glorioso ya desarbolado y rodeado de los barcos ingleses. El pintor contó con el asesoramiento del escritor Pérez Reverte para pintar esa escena y fue presentado en el Museo Naval de Madrid en 2014 en presencia del Rey Felipe VI.
Augusto Ferrer-Dalmau estuvo el año pasado en San Fernando donde ofreció una conferencia dentro del curso de la Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes que se celebró de forma excepcional en el salón de actos del Museo Naval. Allí mismo en una de sus salas concedió una entrevista a este periódico y a 7TV Bahía.
En el vídeo que acompaña esta noticia se puede recordar el momento de la entrega del cuatro Mi bandera en el salón de tresillos de la Capitanía por parte de un representante de la Junta de Extremadura a la Infantería de Marina, hecho que tuvo lugar el 20 de abril de 2014. Hasta ahora ha estado expuesto en la sala dedicada a la Infantería de Marina del Museo Naval de San Fernando.