Las hermandades isleñas recuperaron la celebración del Domingo de Pasión exponiendo a sus titulares en veneración pública.
Era una jornada especial para la hermandad del Ecce Homo pues se cumplían 50 años desde la primera vez que María Santísima de la Salud estuvo expuesta en besamanos el Domingo de Pasión, por lo que lució sola, sin la imagen de San Juan, en el altar, como sucedió hace 50 años.
También en la capilla de la Vera+Cruz la hermandad expuso el misterio completo con una replica del antiguo paso que realizara Luis Rugero y que posteriormente pasó a manos de Humildad y Paciencia.
Destacó Trinidad en la iglesia Mayor y Jesús de los Afligidos con su altar terminado, que fue admiración del público. Bien dispuesta la Virgen de la Paz del Perdón, en la Casería. La más esperada en la calle después de tres décadas de oraciones de un barrio.
En la Bazán estuvieron la Virgen de las Angustias de Tres Caídas y la Virgen del Amor del Gran Poder. En la Ardila, el Señor de Humildad y Paciencia; en el Carmen, el Cristo Yacente y en San Francisco, el Cristo de la Expiración. Precisamente, el obispo diocesano, Rafael Zornoza Boy era el invitado a presidir anoche la función de Cuaresma de la cofradía del Silencio, que este año celebra su 225 aniversario fundacional.
Fue un domingo que recordaba al de 2019, si bien fue un Domingo de Pasión sin pregón de Semana Santa y también sin los primeros traslados de pasos a los templos, como era lo propio antes de la llegada de la pandemia del coronavirus Covid-19, que frenó todo en marzo de 2020.