Izquierda Unida recuerda que la integración de la ciudad en el Parque Natural y del Parque en la ciudad debe superar el debate urbanístico de Cavada. "Hay que afrontar la cuestión de las contraprestaciones urbanísticas, de la misma manera que se marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030 para combatir la pobreza. Son estos mismos objetivos los que plantean abrir un nuevo modelo de ciudad", asegura Gonzalo Alías, Coordinador Local de IU y del Núcleo Comunista Pepe Casado.
En este sentido, IU-La Isla denuncia el ahogo urbanístico que ha sufrido el barrio de La Casería. A la vez que comenzaron las nuevas urbanizaciones en torno a dicho barrio, deberían haberse puesto en marcha las contraprestaciones urbanísticas para que en La Casería se dispusiera de espacios sociales, centro de mayores, parques, instalaciones deportivas, conservación del patrimonio histórico, mejoras en la conocida feria de La Casería, y por supuesto, ese espacio de gran valor medioambiental que es la playa.
"Hoy tenemos el conflicto de los caseteros, de la restauración, así como la petición que hacen los vecinos del barrio pidiendo mejoras para el disfrute de la playa, que aunque es un espacio público de la ciudad, representa sin duda un espacio cercano a dicho barrio, le otorga identidad, y por tanto entendemos y compartimos su defensa”, afirma Alías.
Por ello, IU-La Isla solicita al equipo de Gobierno que se tome en serio la petición de diálogo que necesitan los caseteros. "El responsable de Medio Ambiente, Ignacio Bermejo, tendría que haberse erigido en mediador en el conflicto", considera el Coordinador Local de IU.
Para Izquierda Unida, se deberían avanzar políticas de contraprestaciones a los barrios vulnerables, donde la llegada de nuevas urbanizaciones-dormitorio quitan el carácter tradicional de los barrios, tal y como ha sucedido en La Casería.
"Tenemos que recordar que ahora se unen a las protestas vecinales concejales del PSOE, del PP y del antiguo PA, que tuvieron responsabilidad de gobierno desde hace varios mandatos, y jamás mostraron preocupación alguna del futuro de la zona. Un futuro que conocían bien, que ahora les ha explotado en la cara, y que tratan de tapar con fotos en las redes sociales", denuncia Gonzalo Alías.