El proyecto MedArtSal también apoya sendos proyectos en la salina Preciosa y Roqueta de Cádiz y en la salina Santa María de Jesús, en Chiclana de la Frontera.
La Salina San Vicente de San Fernando es una de las cuatro salinas artesanales españolas de las provincias de Cádiz y Murcia escenarios de innovadoras iniciativas y proyectos que aspiran a diversificar la actividad económica de estos peculiares ecosistemas con la ayuda de un proyecto internacional.
El proyecto internacional MedArtSal, financiado por la Unión Europea en el marco del Programa ENI CBC Med, tiene como objetivo promover el desarrollo sostenible de las salinas artesanales.
Cuando se cumple un año del lanzamiento de este proyecto y coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Gastronomía Sostenible 2021, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza-Centro de Cooperación del Mediterráneo (UICN) y la Universidad de Cádiz, han celebrado una jornada en el Parque Natural Bahía de Cádiz para dar a conocer la evolución de su trabajo.
Ambas instituciones, socias de este proyecto que aborda retos comunes en cuatro regiones mediterráneas (Italia, España, Líbano y Túnez), han dado a conocer las iniciativas que están impulsando.
Las cuatro salinas artesanales que han sido beneficiarias de su convocatoria de sus ayudas en España son las Salinas de Marchamalo de la Asociación ANSE en Murcia, el Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana, Salina San Vicente y la salina Preciosa y Roqueta, en la provincia gaditana.
"Las propuestas seleccionadas son las que mejor traducen en acción los principios de innovación en la producción de sal y la protección del medio ambiente de MedArtSal", ha comentado en la jornada Catherine Numa, coordinadora de UICN para el proyecto.
Uno de los proyectos piloto que reciben esta ayuda es la de Cultivo sostenible de microalgas mediante raceways para la diversificación en la salina Preciosa y Roqueta en Cádiz, con la que se apoyará la puesta a punto de un sistema de cultivo de microalgas para la comercialización en sectores como alimentación o salud.
Otra será el proyecto Aprovechamiento de los recursos naturales de la salina para la salud y el ocio, en la salina Santa María de Jesús, en Chiclana de la Frontera que, mediante la utilización de los recursos que ofrece la salina, como las macroalgas, el fango y la sal, trabajará para la creación de una nueva línea de productos cosméticos.
Con el apoyo de MedArtSal, se desarrollarán también la propuesta Adecuación al entorno y de producción salinera en la salina San Vicente, en San Fernando, que busca restaurar y habilitar el edificio del antiguo molino de sal, para convertirlo en una tienda para fomentar la actividad turística del lugar. Esta salina, activa desde 1725, es la única que ha sobrevivido en San Fernando de las numerosas que existían.
El cuarto proyecto es el de Restauración de las salinas de Marchamalo en Cartagena (Murcia), que será implementado por la Asociación de Naturalistas del Sureste, que ha obtenido la concesión de esta salina abandonada y pretende su restauración y vuelta a la actividad productiva.
Esta propuesta estará enfocada a recuperar el circuito del agua salada en una parte de la salina, de manera que se pueda recuperar la producción de sal en ese sector, y así recuperar sus valores socio-económicos, ambientales y culturales.