Durante el pasado año 2021 se vendieron en España un total de 5.469.171 litros de Manzanilla de Sanlúcar, una cifra que supone un incremento del 10,65% con respecto al año anterior, 2020, pero que está aún lejos de las cifras previas a la pandemia del coronavirus. En 2019, las ventas del vino exclusivo de Sanlúcar, amparado con su propia Denominación de Origen, alcanzaron entonces los 6,4 millones de litros. Un año más tarde, estas ventas cayeron a 4,9 millones.
Son las cifras que se recogen en las estadísticas que ha elaborado el Consejo Regulador que aúna a las Denominaciones de Origen Jerez-Xèrez-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda sobre el acumulado anual del total de vinos amparados en estas DO.
Por detrás de la Manzanilla, a nivel nacional, se sitúa el fino, con 2,1 millones de litros vendidos en 2021 - un crecimiento del 18,61% - y el cream, del que se vendieron el año pasado 1,5 millonews de euros y que ha crecido en ventas en el mercado nacional un 20,92%. A nivel internacional, por el contrario, la Manzanilla de Sanlúcar ha conseguido remontar las ventas de los dos últimos años, cerrando 2021, con casi 600.000 litros vendidos en el mercado extranjero. En 2019, las ventas eran de 492.030 litros y, en 2020, de 469.793. El crecimiento experimentado por el vino de Sanlúcar ha sido del 26,05% según los datos ofrecidos por el Consejo Regulador que sitúan en un 5,58% el crecimiento del Fino en el mercado extranjero.
Durante el año 2021, en total entre ambos mercados, se vendieron 31,7 millones de litros de vinos amparados en las DO Jerez y Manzanilla, registrando un aumento de las ventas del 13%. Por oden, el Cream es el más vendido de los vinos generosos, con 8,3 millones de litros, seguido por el fino, con 6,3 millones de litros y la Manzanilla, con 6.061.341 litros.
Efectos de la pandemia
El mercado de los vinos se ha visto afectado por la crisis del coronavirus de manera dispar en función de los países compradores: mientras que en España han disminuído las ventas, a nivel internacional el consumo de Manzanilla ha experimentado un repunte, aunque leve, cambiando la tendencia de años anteriores a la pandemia.
Con todo, las perspectivas de cara a 2022 son “muy positivas” en palabras de Fermín Hidalgo, presidente de la Asociación de Bodegas Profesionales de Sanlúcar. Hidalgo se basa en que las cifras de ventas de 2021 fueron muy similares a las de prepandemia. “Ahora, confirmado que hay ferias y Semana Santa, se espera además un boom turístico y que nos lleguen los turistas que antes nos han estado comprando en el mercado internacional, principalmente Reino Unido, uno de los principales emisores de turistas”, sostiene el también gerente de Bodegas La Gitana.
Gabriel Raya, director comercial de Bodegas Yuste y Argüeso, analiza cómo en exportación “seguimos teniendo una asignatura pendiente con la denominación de origen sanluqueña, donde además hay que hacer hincapié en sus singularidades y promocionarla como el origen de los vinos de crianza biológica. Y lo más importante es tener un mensaje claro donde no confundamos al consumidor asociando a la Manzanilla con vinos de Jerez, pues la Manzanilla es única y exclusivamente Sanlúcar”. Insiste así en que “ayudaría no encontrar publicaciones que mencionen a la D.O. Vinos de Jerez y Manzanilla, que no existe ni ha existido nunca, y dejar claro siempre que tenemos dos denominaciones diferenciadas, la D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y la D.O. Jerez-Xérès-Sherry. A nivel de Consejo Regulador han de corregir el error donde se haya producido y advertir a los medios que hablen de la Manzanilla como un Sherry o Jerez. La Manzanilla es Sanlúcar y hay que acostumbrarse a usar el plural, hablando de las Denominaciones de Jerez y Manzanilla o de las Denominaciones de Jerez y Sanlúcar”, remarca.
