La Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, formada por once localidades de Cádiz y Sevilla, acordó este viernes, en el marco de una sesión plenaria, iniciar el trámite correspondiente a su disolución y posterior liquidación merced a un plan ya pergeñado.
El expediente de disolución prosperó con los votos favorables de los miembros del plenario pertenecientes al PSOE, IU-CA, PA y Ciudadanos Independientes de Sanlúcar de Barrameda, mientras los representantes del PP y de Roteños Unidos, que suman 12 votos, se posicionaron en contra según fuentes de la institución.
El documento relativo al “acuerdo inicial de disolución y correspondiente plan de liquidación”, aprobado por el pleno de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir desgrana la “grave crisis” que sufre este organismo y resuelve su desaparición porque “no es posible que ahora ni en un futuro próximo cumpla ninguno de los fines para los que fue creada” la institución.
Según los datos que figuran en el documento, la Mancomunidad habría alcanzado en 2011 un remanente negativo de tesorería por valor de 12.340.293 euros y arrastra una “deuda global” de 32 millones de euros, tres de ellos en concepto de nóminas no abonadas a sus trabajadores.
DESMANTELAMIENTO
Ya el pasado mes de octubre, la institución dejó de abonar las nóminas de sus 471 empleados (de los que ahora quedan 143 que serán objeto de un ERE colectivo), toda vez que la Mancomunidad promueve un expediente de regulación de empleo (ERE) para la sociedad mercantil ‘Gesalquivir’, participada mayoritariamente por este organismo, y ha transferido la gestión del instituto de Enseñanza Secundaria (IES) José Cabrera, ubicado Trebujena (Cádiz).
De cualquier modo, la primera de las causas alegadas en el expediente de disolución es “la imposibilidad de cumplimiento de los fines para los que fue creada”.
Porque como señala este documento, los servicios públicos antes prestados por la institución han sido “asumidos” por los ayuntamientos y los programas formativos en materia de empleo han sido ya “transferidos”, siempre a cuenta del grave colapso financiero de la institución. El pleno de la Mancomunidad, igualmente, dio cuenta de los acuerdos adoptados por los plenos de los ayuntamientos de Utrera y Los Palacios y Villafranca para abandonar la institución, extremo que además figura en el propio expediente de disolución.
TRÁMITES
Ahora serán los Plenos de casa uno de los Ayuntamientos miembros los que tendrán que pronunciarse sobre el expediente de disolución. El expediente de disolución requiere para prosperar que al menos “dos tercios” de los ayuntamientos respalden dicho documento en sus respectivos plenos, lo que se verá en las próximas semanas.
