De negro riguroso, color que siempre le acompaña desde aquella fatídica madrugada del 22 de noviembre de 1995 en la que su hijo fue brutalmente asesinado en la gasolinera de la avenida Martín Ferrador en la que trabajaba, detrás de una pancarta y reclamando justicia. No hay un aniversario de este cruel suceso en el que Antonia Castro no recuerde públicamente a su hijo, Juan Holgado, y eche en cara al sistema policial y judicial que los asesinos siguen sueltos 26 años después. Este lunes volvió a hacerlo. “Ningún crimen debe prescribir ni quedar impune sin esclarecerse”, podía leerse en la pancarta que portaban familiares y amigos del joven. Castro sujetaba también una foto de su hijo, la misma de la rotonda que lleva su nombre frente al surtidor donde no tendría que haber trabajado esa noche, pues cambió el turno a un compañero, para que a nadie se le olvide que le quitaron la vida salvajemente, asestándole 30 puñaladas, cuando casi estaba empezando a vivirla. Han pasado 26 años, los mismos que tenía cuando le arrebataron su futuro, pero su madre seguirá luchando por saber quiénes mataron a su hijo hasta que siga en este mundo. Así lo repite siempre que puede hasta la saciedad por si hay alguien que lo dude.
“Aguanto todos los días las lágrimas para dentro. Esta pena jamás se olvida. Voy a luchar hasta que mi hijo me tenga aquí viva”. Ni siquiera quiere que los metan en la cárcel, asegura, “pero que se supiera quién ha sido porque es una injusticia lo que se ha hecho”, señala. No piensa rendirse, y no pierde la esperanza en que el caso pueda reabrirse aunque esté prescrito. “Estamos esperando unas pruebas; a ver si podemos sacar algo de ahí. No lo voy a dejar. Espero que se haga justicia algún día”, afirma tajante. Le consta que Jerez, su ciudad, “no olvidará jamás este asesinato”, pero esto no significa que se sienta apoyada por los jerezanos en las concentraciones que convoca cada año por el aniversario del crimen de su hijo. “Sentí el apoyo de Jerez el primer día, en la primera concentración, después los que han venido son los cuatro que tú ves aquí”.
