La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha visitado los restos de la necrópolis de época fenicio-púnica hallados en la localidad de Osuna (Sevilla) durante unos trabajos para la mejora de la calidad y abastecimiento de agua a los municipios de la Sierra Sur.
Del Pozo -que ha estado acompañada por la viceconsejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Macarena O'Neill; el director general de Patrimonio Histórico y Documental, Miguel Ángel Aráuz; la delegada territorial, Susana Cayuelas; el catedrático de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Eduardo Ferrer y el director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Hispalense, Francisco José García Fernández- ha señalado que se trata de una serie de restos "de indudable valor patrimonial" que, por su marco temporal -datados en los siglo V-IV previos a la era actual y el grado de conservación, "son inéditos en la zona interior de Andalucía", tal y como apuntan los técnicos, tras completar la excavación preventiva y la fase de documentación.
Desde la Delegación Territorial, ha explicado Del Pozo, "se ha tomado la decisión de no acometer las canalizaciones previstas en la zona arqueológica -ubicada en el entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC) de la ciudad romana de Urso-, y se acordado proteger el yacimiento arqueológico con materiales geotextiles, más una capa de áridos de posibles expolios y las inclemencias del tiempo".
El Ayuntamiento de la localidad, gobernado por Rosario Andújar, viene reclamando que el yacimiento no sea tapado, considerando que es una forma de "ocultar" el hallazgo, toda vez que la Consejería defiende la necesidad de cubrirlo y "protegerlo" de cara a un futuro proyecto de "investigación general" de la mano de las universidades y los expertos.
Según el primer avance de los estudios arqueológicos impulsados por la Delegación Territorial, sólo en la zona costera de Cádiz se han encontrado estructuras de época y formato similares, al tiempo que presenta "nítidos paralelismos con elementos funerarios similares excavados en las necrópolis de Tharros (Córcega), Kerkouan y Sahel, ambas en Túnez".
En concreto, se trataría de "un conjunto de tumbas de pozo de tradición fenicio-púnica, que se ven amortizadas en época republicana romana, y sobre las que se edifican estructuras de escasa entidad en época imperial romana", según consta en el informe de la intervención. Hasta la fecha, se han detectado hasta ocho estructuras hipogeas (bóvedas subterráneas) talladas en la propia roca calcarenita.
Uno de los más relevantes de estos recintos funerarios cuenta con un acceso en escalera desde su lado oeste, dando entrada a un espacio rectangular, seguramente al aire libre, que podría actuar como atrio. En esta estructura se están desarrollando, en la actualidad, trabajos de excavación con el propósito de alcanzar los niveles de suelo del posible atrio.
Otra de las estructuras detectadas es aparentemente más cuadrangular y parece presentar también un acceso en escalera por su lado Oeste, aunque se ha visto más afectada por labores de excavación contemporáneas y por la presencia del fondo de dos silos. La tercera se localiza bajo el conjunto de muros de época imperial romana que se construyen sobre la colmatación de dicho espacio funerario, mientras que una cuarta presenta similares características a las anteriores.