Con el mundo aún convaleciente de la profunda crisis financiera global, también planeó la idea de que no se deben echar las campanas al vuelo ante los indicios de recuperación.
Esta edición volvió a congregar a los invitados habituales: la flor y nata de las finanzas, las empresas, numerosos millonarios y responsables políticos, entre ellos una treintena de jefes de Estado o gobierno, que debatieron durante cinco días sobre cómo volver a un crecimiento económico sostenido o cómo frenar el cambio climático, entre otros temas.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, dijo que actualmente tiene lugar una vuelta al crecimiento económico “más pronto de lo que se esperaba, pero que todavía es frágil”.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, afirmó que se debe “mejorar notablemente la regulación” del sistema con normas globales.
Larry Summers, el principal asesor de política económica del presidente de EEUU, Barack Obama, señaló que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense en el cuarto trimestre del 2009, del 5,7%, no es suficiente “para descorchar la botella de champán”.