Este lunes, el Elche Club de Fútbol sorprendía con un comunicado en el que informaba del cese de Pablo Machín como entrenador.
Tras solo 12 partidos y después de no haber conseguido sacar al equipo ilicitano del pozo (colista con 13 puntos), el Elche tomó la decisión de despedirlo y de buscar un nuevo entrenador para lograr el prácticamente imposible objetivo de la salvación.
Los números avalan el cese: solo dos triunfos, tres empates y seis derrotas con la salvación a 14 puntos. Pero, pese a todo, el Elche había mejorado su imagen desde la llegada de Machín. De hecho, con él al mando consiguió la primera victoria de la temporada.
Parecía que la vida del Elche de Machín era sembrar para un futuro en LaLiga Smartbank y fortalecer el proyecto de la temporada que viene, pero nada más lejos de la realidad.
El propio Machín habló en redes sociales tras su despido y reconoció irse “tranquilo después de haber intentado todo para cambiar la dinámica”. Además, destacó que “no siempre el fútbol recompensa los merecimientos” y se despidió de “una afición espectacular”.
